Hansi Flick se estrena en la Champions de blaugrana, esa competición que considera «la mejor del mundo» y que sueña con volver a ganar, tal y como hizo en 2020 en Lisboa. Fue aquella edición en la que su equipo entonces, el Bayern, goleó 2-8 al Barça en la que es y será por muchísimos años (quizá nadie pueda superarlo nunca) la peor humillación sufrida por los blaugrana a nivel europeo. El alemán, cuatro años más tarde, ocupa el banquillo culé y tiene muy clara su forma de vida: «El pasado no importa».
Koundé, a su manera, desgranó la filosofía del germano instantes antes, también en rueda de prensa, de que lo hiciera su entrenador: «Es otra forma de trabajar», dijo el francés. Y esa forma de trabajar está dando sus frutos: «Esa es la idea, llevamos entrenando con el equipo desde la pretemporada para ello, lo estamos haciendo bien y lo podemos ver en la forma de presionar, en cómo de intensos somos«, analizó el técnico, que desde el primer día vio que «en el equipo había mucha calidad».
Flick no esconde que «es increíble la calidad y lo estamos disfrutando, lo vemos cada día. Nosotros, como entrenadores, les damos la idea, la filosofía de cómo queremos jugar, pero al final son ellos los que lo hacen en cada entrenamiento y en cada partido». Y es que el nivel está siendo enorme, pero ahora empieza lo más difícil, ese torneo que, desde hace diez años, se le resiste al Barça: «Claro, queremos ganarla, ese es el objetivo siempre en un club como este, también lo es para el resto de equipos», confesó Hansi, que, lejos de entonar la frase como un tópico, lo hizo con convicción. Va a por todas.
«Hemos mostrado en los últimos partidos todo lo que podemos hacer», aseguró sobre el nivel que pueden mostrar en la Champions: «En Girona, por ejemplo, jugamos contra un equipo de Champions. Ellos son muy buenos con el balón, pero con nuestra presión les hicimos sufrir. Esto también nos sirve para mañana». Y es que tiene claro que «son un muy buen equipo y nos ganaron en el Gamper. Sí, esta es una nueva situación, es la Champions, la mejor competición del mundo. Vamos en la dirección correcta, pero aquí, si no estás centrado, si no estás al nivel, no se puede ganar».
Ansioso con Ansu
Una de las grandes novedades de la convocatoria, seguramente la gran noticia de la lista es la presencia de Ansu Fati. Se perdió la gira por Estados Unidos cuando su nombre aparecía en la lista de transferibles, pero el fútbol vuelve a darle una nueva oportunidad para seguir peleando por lo que lleva trabajando toda su vida: triunfar en el Barça.
En Hansi Flick, además, tiene a un gran aliado. El técnico alemán está encantado con el canterano, al que elogió en rueda de prensa destacando lo que está viendo de él en cada entrenamiento: «Está preparado para jugar 30 o 45 minutos. Veo que lo está porque está entrenando bien y haciendo goles en las sesiones». Y es que el germano entiende que el equipo no puede prescindir de jugadores con tanto potencial: «Necesitamos a futbolistas con gol». Y él lo tiene.
Eso sí, no quiso dar pistas de en qué posición le ve sobre el césped: «Prefiero no decirlo». Dos son las opciones, el extremo zurdo, donde se dio a conocer en la primera plantilla, pero también de delantero centro, como refresco de Lewandowski. Si Flick no tiene ninguna sorpresa preparada, esos serían los planes más lógicos para el canterano.
La Masia, el eterno tesoro
Toni y Guille Fernández son las otras dos grandes novedades de la convocatoria. Flick está echando mano de una cantera inagotable: «Son jóvenes, pero tiene calidad y las habilidades para ser grandes futbolistas. Estoy muy impresionado de cómo La Masia desarrolla a los jugadores», aseguraba el técnico. Y es que, «cuando dije sí a este trabajo, ví la situación y lo aceptamos. También en lo referente a los jóvenes. La Masia es la identidad de este club». El alemán, de hecho, de los 24 futbolistas con los que ha viajado a Mónaco, catorce de ellos son canteranos. Este hecho se debe, en parte, por la falta de efectivos, pero también en un alto porcentaje a la confianza que tiene Hansi en los más jóvenes, a los que usa sin que le tiemble el pulso.