Dentro del gran Bazzar ambulante en el que se transforma estos días el Circo del Sol, el germen del espectáculo toma aires de realismo mágico con personajes fantásticos. «Hola, soy el Maestrouuu», se presenta arrastrando una larga «o» que acaba convirtiéndose en «u» el payaso Steven Bishop. Un espécimen con semejanzas a un Sombrerero loco con acento australiano, que ejecutando dos muecas, con una chistera sobre la cabeza y un carisma que le es propio, logra dar vida a uno de los personajes principales de Bazzar, la nueva producción de la compañía internacional canadiense.
El Maestro Bishop aterrizó en Gran Canaria hace tres días y ya exhibe un chapurreo básico de español. Nada nuevo para este showman trotamundos, tras trabajar su español en una gira del espectáculo que levantó la carpa en Punta Cana, sorprendió al público de América Latina con sus «¿Qué lo qué?», y conquistó el éxito en Arabia Saudita, seis estados de EEUU y Canadá. Bazzar ambiciona como realidad cada vez más cercana el trascender más allá del Atlántico y dar el salto a Europa desde su sede en Meloneras, con un show conmemorativo de los 40 años que cumple el Circo del Sol sobre los escenarios. Ahora en Gran Canaria, donde permanecerá toda la temporada invernal, el Maestro espera desmelenarse y culminar el último show lanzando al público un «¡Oh!, ¿Qué pasó mi niño?», que levante la carcajada del público canario.