Sumar rediseña el equipo que negociará con el PSOE los Presupuestos Generales del Estado de 2025 e incorpora al ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, que se convertirá en una pieza clave en la interlocución con el Ministerio de Hacienda para pactar las cuentas que deberán remitirse luego al Congreso. Esta remodelación deja en un segundo plano a su portavoz económico, Carlos Martín Urriza, quien fuera un interlocutor principal en las últimas negociaciones presupuestarias -que se frustraron por el adelanto electoral de Cataluña-, y que este verano lanzó cuestionó abiertamente el concierto catalán.
Junto a Urtasun estará el secretario de Estado de Trabajo y mano derecha de Yolanda Díaz, Joaquín Pérez Rey, que continúa en el equipo negociador del ala minoritaria del Gobierno. En las anteriores conversaciones en torno a presupuestos, Sumar nombró a Pérez Rey junto a Martín Urriza y Manuel Lago, economista que por entonces ejercía de asesor en el Gabinete de la ministra de Trabajo, y que hoy ocupa acta de diputado tras la renuncia de Marta Lois.
Ambos siguen trabajando para elaborar el plan de presupuestos. Sin embargo, estas dos figuras han perdido cierto protagonismo público, y han dejado de ser los portavoces oficiales de Sumar ante al PSOE, según confirman distintas fuentes bien situadas. Su papel será más técnico, con reuniones de segundo nivel, pero el peso político de las conversaciones con el PSOE recaerá sobre Pérez Rey y Urtasun para elaborar un proyecto común de presupuestos. Habitualmente, son Yolanda Díaz y el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, quienes «desatascan» los últimos escollos y ponen el broche final a unas cuentas que, asumen todas las partes, tendrán serias dificultades para aprobarse en el Congreso.
Urtasun, diplomático licenciado en Económicas por la Universidad de Barcelona, adquiere así un nuevo protagonismo para mantener engrasadas las relaciones dentro del Gobierno con el PSOE. Está ahora llamado a heredar el papel que en la anterior legislatura, con Podemos en el Consejo de Ministros, ocupó el exsecretario de Estado Nacho Álvarez, que siempre logró mantener buenas y fluidas relaciones con Hacienda pese a la dureza de su partido.
Los cambios en el equipo de Sumar responde a su decisión de limitar sus interlocutores con el PSOE únicamente a aquellos perfiles de Gobierno, una tesis que deja fuera a Martín Urriza. También se ha optado por reducir el número de negociadores que trabajarán junto al departamento de María Jesús Montero, con el objetivo de simplificar las conversaciones en la última etapa de la negociación.
En Sumar desvinculan el nuevo rol del diputado al episodio que protagonizó en verano, cuando advirtió de que el acuerdo firmado entre PSOE y ERC rompía la «solidaridad interrterritorial». Las críticas del economista llegaron en días de marejada interna, y después de que partidos como Compromís, Chunta o IU, ya hubieran cuestionado el pacto catalán.
Unas turbulencias que Sumar parece haber dejado atrás en las últimas semanas, donde ha logrado aparcar el debate sobre el concierto fiscal para Cataluña para centrarse en la financiación autonómica. Aquel episodio generó cierto malestar interno en las filas de Sumar, al ser Martín Urriza un miembro de la ejecutiva del partido y estar considerado del núcleo duro de la vicepresidenta segunda.
«Escenificar» la negociación con el PSOE
La coalición de izquierdas dará el lunes el pistoletazo de salida a las conversaciones con el ala socialista del Gobierno, y lo hará con un acto de Yolanda Díaz y sus ministros donde presentará las líneas generales del plan que Sumar reclama a Pedro Sánchez para las cuentas. Un acto avanzado por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo editor de Prensa Ibérica, que tendrá lugar después de una reunión con todos los partidos aliados, en un intento por dejar atrás el ruido interno tras los malos resultados electorales de junio y las críticas al concierto catalán.
La negociación con el PSOE entrará así en una nueva fase que los socios de coalición valoran escenificar mediante una imagen conjunta en los próximos días. Hasta ahora, las negociaciones se han producido a nivel de Gobierno, con reuniones entre los distintos ministerios de Sumar y el Ministerio de Hacienda. Una vez superada esa fase, se abre una etapa de «relación bilateral», según explican fuentes próximas a la vicepresidenta segunda.
Las conversaciones están bastante avanzadas, y se retoman en el mismo punto donde quedaron el pasado marzo. Sin embargo, Sumar trata ahora de elevar sus exigencias, entre las que destacan sus propuestas en materia de vivienda.
Este mismo miércoles tuvo lugar una reunión de los distintos partidos de Sumar en el Ministerio de Trabajo para acabar de concretar el documento que se presentará el lunes y que incluye medidas para desincentivar el alquiler temporal, como el impuesto al flipping, por el que se grava la compraventa de inmuebles con fines lucrativos en un corto espacio de tiempo, o llegar al 1% del parque de vivienda destinado a uso social.