Desbloqueado y en construcción. El residencial Aloha Pirineos, que contará con 336 habitaciones para jóvenes en Zaragoza con un alquiler asequible, es ya un proyecto en firme que estará finalizado a principios de 2026 después de casi caer por el precipicio por las dificultades en la financiación. El inmueble, en el que se invertirán unos 18 millones de euros, tiene como objetivo servir de puente emancipador para veinteañeros que están finalizando sus estudios o tienen todavía salarios que no les permiten salir del hogar de sus padres.
La nueva instalación se ubica en el barrio del Arrabal, en el solar localizado en frente de la estación de autobuses de la arboleda de Macanaz, y se basa en el modelo de ‘co-living’. A orillas del Ebro, con vistas a la Basílica del Pilar y cerca de la salida directa de la ciudad, el inmueble contará con biblioteca, zonas de ‘co-working’, gimnasio, cafetería, zonas de preparación de comidas, lavandería, terrazas y salas polivalentes, según ha detallado Vicente Pérez, arquitecto del proyecto, encargado a la firma FAV. Del mismo modo, contará con 75 plazas de aparcamiento en sótano y 25 plazas en el exterior y de las obras se encargará la firma Acontebro. Los precios del alquiler todavía están por cerrarse, pero los pliegos establecen una cuantía que ronda los 400 euros.
Así lo ha explicado el consejero de Fomento y Vivienda del Gobierno de Aragón, Octavio López, en el acto en el que se ha colocado la primera piedra del proyecto, celebrado este lunes en el solar, y que ha contado con una nutrida representación los socios del proyecto. «Cuando llegamos al Gobierno nos encontramos con una operación varada en la que el expediente estaba en vías de extinción. Había dificultades jurídicas y financieras que manifestaban los adjudicatarios, pero tuvimos una actitud de parar el balón, dar tiempo y espacio para no anular la concesión. Vimos voluntad negociadora para encontrar nuevos inversores y se pudo sacar el proyecto adelante», ha explicado López.
En efecto, los adjudicatarios del proyecto lograron el apoyo de un grupo de empresarios aragoneses, que, liderados por Reynaldo Benito, presidente del Casademont Zaragoza, han dado viabilidad económica a la iniciativa. Esta se remonta al año 2021, cuando el Ejecutivo encabezado por Javier Lambán anunció la intención de establecer en este solar una residencia juvenil que terminó en la apertura de un expediente de extinción al no hallar financiación la empresa adjudicataria.
El consejero ha recalcado que “Aragón y la ciudad de Zaragoza no se podían permitir perder un proyecto de estas características, ya que supone una solución rápida y eficaz ante “la imposibilidad de miles de jóvenes de acceder a una hipoteca o de pagar un alquiler”. Octavio López ha insistido en que “la vivienda es una prioridad para el Gobierno de Aragón, para lo que hemos puesto en marcha el plan Aragón Más Vivienda, con el que pretendemos ayudar a los 47.000 jóvenes aragoneses que, hoy por hoy, no se pueden emancipar”.