Inicialmente clasificada como un “USO” (objeto sísmico no identificado), los científicos detectaron una señal inusual en las estaciones de monitoreo empleadas para identificar la actividad sísmica durante septiembre de 2023: no se parecía a ninguna señal de ese tipo detectada previamente. Luego de distintas investigaciones, los especialistas revelaron que la misteriosa señal se había originado en un deslizamiento de tierra masivo en el remoto fiordo Dickson de Groenlandia. Un volumen asombroso de roca y hielo, suficiente para llenar 10.000 piscinas olímpicas, se sumergió en el fiordo, desencadenando un mega tsunami de 200 metros de altura que generó señales sísmicas a nivel global.

Fuente