Dos son los asuntos con los que Pedro Sánchez quiere vertebrar este arranque de curso parlamentario. De un lado, la reforma del modelo de financiación autonómica, a raíz del pacto fiscal de PSC y ERC, y de otro el plan de regeneración democrática. Ambos, no obstante, con distintos tempos pero ambos, esos sí, con difíciles apoyos parlamentarios. El presidente del Gobierno tocó los dos palos este lunes en la reunión con sus diputados, senadores y eurodiputados en el Congreso. Pondrá, dijo, 5.000 millones de euros sobre la mesa para comunidades y ayuntamientos en su proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2025, y su Consejo de Ministros aprueba mañana martes su hoja de ruta contra lo que denomina «máquina del fango», que se atendrá a los estándares europeos.

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