El grupo chií Hezbolá ha comunicado este lunes, 16 de septiembre, la muerte de Mohamed Ibrahim Yasín, uno de sus combatientes, durante un ataque en Hula, una localidad cercana a Marjayún, en el sur de Líbano. Yasín, nacido en 1993 en la misma localidad donde perdió la vida, ha sido identificado por el grupo y mencionado en el diario libanés «L’Orient le Jour». El incidente también ha dejado dos heridos, confirmados tanto por Hezbolá como por el Ministerio de Sanidad libanés.
Las Fuerzas Armadas israelíes han reconocido haber llevado a cabo un ataque con aviones de combate sobre «edificios militares» en la región de Hula. Según han detallado, tras el ataque se activaron alarmas por varios lanzamientos detectados desde territorio libanés, aunque estos no resultaron en víctimas al caer en zonas abiertas. Este ataque se suma a otros realizados en almacenes militares y edificios de Hezbolá en Tir Harfa, Al Adisa, Laida y Shoba.
El conflicto entre Israel y Hezbolá ha visto un incremento significativo en las últimas semanas, exacerbado por los ataques del pasado 7 de octubre que dejaron un saldo de aproximadamente 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados, según fuentes israelíes. Este recrudecimiento de la violencia ha llevado al ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, a comunicar a Estados Unidos que la posibilidad de un acuerdo para cesar los enfrentamientos se está desvaneciendo. Gallant ha expresado preocupación por los vínculos de Hezbolá con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), lo que complica aún más la situación.
Escalada de tensiones en el sur de Líbano
En respuesta a la creciente tensión, el Ejército de Israel ha presentado sus «planes operativos» respecto a Líbano durante una reunión con el Ejército de Estados Unidos. El encuentro, que contó con la presencia del jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, y el comandante del Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM), Eric Kurilla, se centró en la situación en Líbano, poniendo especial énfasis en el escenario norte, desde Líbano hasta Irán.
Este contexto de escalada bélica en Oriente Próximo no solo pone en jaque la estabilidad de la región, sino que también plantea serias preocupaciones sobre la posibilidad de una expansión del conflicto, afectando no solo a los actores locales sino también a las dinámicas geopolíticas más amplias.
