El monstruo de Mazan, Dominique Pelicot, tendrá que comparecer este martes frente al tribunal de Aviñón, tras ser sometido de nuevo a un peritaje médico ordenado por el presidente del Tribunal. Después de una semana en la que ha ido suspendiendo su declaración por motivos de salud, los forenses han determinado este lunes por la tarde que «no existen contraindicaciones para su comparecencia».
Así que, de no haber contratiempos de última hora, Pelicot tendrá que verle las caras al tribunal que lo juzga por haber drogado a su mujer durante 10 años para que él y decenas de hombres desconocidos la violaran. Entre la acusación, sin embargo, hay escepticismo: a estas alturas, dicen, ya «no hay garantías» de que, esta vez sí, vaya a declarar.
Aunque el procesado podría negarse a ser sacado de su celda –solo una orden judicial podría autorizar el uso de la fuerza para llevarlo ante el tribunal–, su abogada insiste en que «mañana estará presente». La letrada mantiene desde el primer día que Pelicot quiere declarar y que su enfermedad no es una estrategia para no hacerlo.
Condiciones especiales
Este lunes, el presidente del Tribunal reunió a los abogados de ambas partes para comunicarles que la vista se reanudaría el martes a las nueve de la mañana con el informe médico de Pelicot sobre la mesa. Está previsto que la declaración de Pelicot sea bajo condiciones especiales: debido a su estado de salud, se realizarán breves descansos durante las sesiones.
Su abogada, Beatrice Zavarro, ha manifestado su malestar después de que su cliente llevara días alertando de sus dolencias y que no recibiera tratamiento médico hasta este pasado domingo, cuando fue hospitalizado por una infección renal y un cálculo en la vejiga.
Hospitalización
Poco antes de que empezara la vista, la letrada ha explicado que se le había practicado un escáner que evidenció estas afecciones, a la vez que ha lamentado que, tras la exploración, hubiera sido trasladado de nuevo a la cárcel, desde donde le llamó por la noche para decirle que no podría comparecer este lunes frente al tribunal. «No se ha quedado en el hospital en observación, no lo entiendo, estoy estupefacta», ha afirmado Zavarro.
«Tenemos un juicio que involucra a 100 personas y a un hombre que sufre desde hace más de ocho días y que fue atendido ayer», ha criticado la abogada, que ha calificado la suspensión de las vistas sin dar respuesta a las dolencias del acusado como una «toma de rehenes del tribunal».
Gisèle: «Víctimas, no estáis solas»
«Esto se está convirtiendo en una tortura china«, ha subrayado Antoine Camus, uno de los abogados de la víctima, Gisèle Pelicot, quien ha insistido en que tener que posponer el juicio «sería lo peor porque volveríamos a empezar desde cero». En la misma línea, Stéphane Babonneau, otro de los letrados de la acusación, ha recordado que «desde hace una semana» se sabe que el principal acusado se queja de problemas de salud «sin que sea tratado».
Por su parte, Gisèle ha querido agradecer las muestras de apoyo recibidas desde que el juicio empezó hace dos semanas y enviar un mensaje a las afectadas de violencia sexual: “Gracias a todos vosotros tengo fuerzas para llevar esta lucha hasta el final. Una batalla que dedico a todas las personas, mujeres y hombres, que en el mundo son víctimas de violencia sexual. A todas ellas quiero decirles hoy: ‘Mirad a vuestro alrededor, no estáis solos’”.