Superado el Debate del estado de la Región, el primer pleno de la nueva temporada en la Asamblea de Madrid que se celebra el próximo jueves 19 de septiembre estará protagonizado por la creación de una comisión de investigación sobre los posibles favores que desde la Universidad Complutense de Madrid se pudieran haber hecho a Begoña Gómez. Lo solicitó el PP a comienzos de junio y el asunto llega al Pleno porque el PSOE presentó un escrito para rechazarlo y así debatir sobre su idoneidad en la cámara autonómica. La mayoría absoluta del PP garantiza su creación, así que ahora está por ver cómo lidia el secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, con un asunto que compete directamente a su jefe de filas en un momento en el que sabe que cualquier error puede hacer declinar la balanza de su supervivencia en el partido hacia la puerta de salida. Sin planearlo, la defensa de la mujer de Pedro Sánchez será la primera prueba de fuego para el liderazgo de Lobato.
Este será un asunto clave en el inicio de este periodo de sesiones, al que el PP de Isabel Díaz Ayuso va a dedicar todo su esfuerzo toda vez que en el Congreso los populares no tienen fuerza suficiente y en el Senado se ha descartado citar a Begoña Gómez. Fuentes del PSOE relatan que el camino que debería seguir la federación madrileña Asamblea tiene que estar «integrado en una estrategia global» sobre este asunto. En el entorno de Lobato tienen claro que todos los ojos de Ferraz están puestos sobre ellos y aseguran que no piensan dar un paso en falso: «No podemos arriesgarnos».
Liderazgo en juego
La convocatoria del 41 Congreso Federal del PSOE que previsiblemente ratificará a Pedro Sánchez como máximo mandatario de los socialistas, ha puesto en tensión a territorios como Madrid, donde el liderazgo de su actual secretario general pende de una mayoría interna que no tiene garantizada y que, además, no se ve reforzada por el apoyo de Ferraz. Nadie en la cúpula del partido le ha retirado su apoyo de forma expresa, nadie en la dirección ha dicho públicamente que no es la persona adecuada para seguir al frente de los socialistas madrileños, pero ante las dudas, las críticas internas y el ruido, tampoco nadie con peso le ha defendido abiertamente.
Las discrepancias que Lobato ha dejado entrever estos meses pasados sobre la ley de amnistía o la singularidad para Cataluña, además de algunas cuestiones relativas al sistema impositivo en Madrid, le han granjeado una distancia relevante respecto a Ferraz. Y los resultados de las últimas elecciones han sido utilizados por el propio Pedro Sánchez para ponerle en la diana, señalando la preocupación por el «agujero» de Madrid y el de Andalucía, cuyo líder también ha sido cuestionado. Pese a esto y el mar de fondo que no cesa en la federación madrileña, con familias siempre enfrentadas sin aparente solución desde hace ya años, Lobato se ha comprometido con su equipo a seguir adelante con su proyecto y piensa enfrentarse a cualquier candidato que tenga el apoyo de Moncloa.
Una «mayoría amplísima» de militantes de la federación madrileña están «hartitos de estar con estos cambios cada dos por tres«, afirmaba este mismo viernes en una entrevista en Radio Nacional de España ante las dudas, tensiones, las críticas que ya han salido de boca de dirigentes como el alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, o el señalamiento de posibles candidatos alternativos que pudiera apoyar Ferraz, como el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín.
Alternativas y apoyos
El propio Martín se ha tenido que pronunciar varias veces sobre esta posibilidad, sobre todo porque es él quien con más rotundidad critica a Ayuso en la región y defiende la labor del Gobierno en Madrid. Lobato y él, ambos residentes en Soto del Real, publicaron la semana pasada una foto de ellos dos juntos haciendo una ruta por la sierra, buscando así reducir el ruido. Pero lo cierto es en el equipo de Lobato hay dudas sobre las intenciones que pueda tener Martín y las respuestas del delegado en los últimos días siempre es la misma: no dice una sola palabra en contra de Lobato, no le cuestiona, está en su ejecutiva regional y con él acudirá al Congreso Federal. Pero ahí queda el matiz, que establece ese límite temporal consciente de que el congreso regional llegará unos meses después.
Lobato nunca fue el hombre de Sánchez. Se presentó al último congreso regional sabiendo que la dirección del partido hubiese preferido a Mercedes González para el cargo. Pero se empeñó en concurrir, se encontró enfrente a Javier Ayala, un peso pesado regional, y tardó en conseguir el favor de Ferraz para ser elegido. Desde entonces muchos alcaldes y portavoces socialistas en los municipios han criticado que no se haya volcado en ellos, buscado su opinión y centrado en ayudarles frente a Ayuso.
Lo orgánico ha quedado siempre en un segundo plano para Lobato, aunque en enero de este año, en medio del debate sobre la amnistía, comenzó una gira por las agrupaciones regionales para tantear a los militantes y saber hasta dónde podía llegar en su discurso. Esto le ha servido para en estos nueve meses acercarse a quienes le tendrán que votar en el próximo congreso regional. Pero obviando a los críticos de Fuenlabrada, Getafe y varias agrupaciones de la capital, sigue sin tener el apoyo explícito de tres agrupaciones tan relevantes por número como la de Alcalá de Henares, bajo la batuta del exalcalde y ahora diputado en el Congreso Javier Rodríguez; Alcobendas, muy ligado a Pilar Sánchez Acera, actualmente asesora en Moncloa y hermana del exalcalde del municipio; o Alcorcón, donde su alcaldesa Candelaria Testa ha evitado también posicionarse.
Perfil en la comisión
Lobato insiste en que sus resultados en Madrid, aunque no lograra desbancar a Más Madrid como partido líder de la oposición, van por buen camino. En RNE señaló que la última encuesta que tienen, de este mismo mes de septiembre, les sitúa como «segunda» opción en la Comunidad de Madrid, es decir, logrando ese sorpasso.
De momento, el primer reto para repetir como líder de los socialistas en Madrid y ser candidato en 2027 es no meter la pata con una comisión que afecta personalmente a Sánchez, y no van a arriesgarse. En su equipo aseguran que decidirán quién será el portavoz en la comisión en función de las «órdenes» de Ferraz. Si le dan un perfil duro o intentan descafeinarlo, cómo contraatacan o dejan languidecer el tema, «para todo» pedirán «indicaciones«, y a ser posible, por escrito.