La era de la polarización y los pseudomedios ha abierto una caja de pandora dialéctica donde casi todo vale. Entre el amplio abanico de insultos cotidianos, se ha llegado al punto de convertir la palabra ‘psicópata’ como un calificativo recurrente contra determinados líderes políticos (en Google está el rastro). Hablamos, sin embargo, de un asunto del que conviene desterrar toda frivolidad: los expertos cifran en un 1% el número de psicópatas integrados en el conjunto de la sociedad. Es decir, personas que no están diagnosticadas, que llevan una vida convencional. Y viven en familia, ejercen mando en empresas y hasta participan en política.

Fuente