Menos leyes, pero más negociación e iniciativas en busca de “consensos amplios”. El Gobierno ha comenzado a enmendar sus pretensiones de minusvalorar al poder legislativo tras el aviso del Congreso en el pleno de arranque del curso político. Las muestras de debilidad parlamentaria no se limitaron a las amenazas de Junts de volver a tumbar la senda de estabilidad y descabalgar los Presupuestos, sino que se visibilizaron también en la posición del PNV. Frente a ello, los principales colaboradores de Pedro Sánchez han intensificado esfuerzos para “negociar hasta la extenuación” con los socios parlamentarios. Asimismo, se apuesta por priorizar en su agenda iniciativas más transversales, a costa de rebajar su carga ideológica, para garantizar apoyos.

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