El detenido por intentar asesinar al expresidente de Estados Unidos Donald Trump este domingo es Ryan Wesley Routh, un hombre de 58 años que había sido condenado por poseer una ametralladora automática y que ha vivido en Carolina del Norte y Hawaii, según varios medios locales. Es muy activo en redes sociales, donde había publicado que el año pasado viajó a Ucrania y que estaba dispuesto a luchar y morir allí. También había criticado al mandatario en redes, pero aún se desconoce qué hacía ayer tan cerca de él y armado.
Trump ha sufrido su segundo intento de asesinato este fin de semana después de que el Servicio Secreto identificase a un hombre con un rifle AK-47 muy cerca de donde jugaba al golf, en uno de sus clubs de West Palm Beach, en Florida. Uno de los agentes sorprendió a una persona apostada tras una valla a unos 300 metros del expresidente, escondido entre los arbustos y aparentemente apuntando al campo. El tirador no llegó a disparar, pero cuando fue identificado salió corriendo y huyó en su coche. Minutos más tarde, fue detenido en la carretera sin oponer resistencia. La policía ha informado de que no estaba armado ni tampoco preguntó por qué estaba siendo arrestado.
El equipo de campaña de Trump no tardó en aclarar que el expresidente se encontraba bien y que se había trasladado a su mansión de Mar-a-Lago, a unos 40 kilómetros del Club Internacional de Golf Trump donde sucedió el incidente. En la tarde del domingo, el expresidente ha publicado en su red social que ahora está incluso más motivado por intentar volver a la Casa Blanca. Después, los asesores de Trump Susie Wiles y Chris LaCivita han enviado un documento en el que han pedido al Servicio Secreto «continuar vigilantes» en sus actividades diarias, al tiempo que aplaudían su trabajo para mantener al expresidente a salvo.
El FBI ha confirmado que está investigando el suceso como lo que parece ser un «intento de asesinato», aunque por el momento no está claro cuáles eran las intenciones del individuo ni sus posibles motivaciones para atentar contra el mandatario.
Sí se conoce que el detenido había dado una entrevista al New York Times el año pasado como parte de un artículo sobre voluntarios estadounidenses en la guerra de Ucrania. Routh no tenía experiencia militar, pero dijo que había viajado al país tras la invasión rusa y que quería reclutar a soldados afganos para luchar allí. En decenas de publicaciones en X escribió que estaba dispuesto a «luchar y a morir» en Ucrania y que era necesario «quemar el Kremlin», entre otros mensajes de apoyo al país.
Otros medios han publicado que Routh, o al menos un hombre con el mismo nombre y apellido fue arrestado en 2002 en Carolina del Norte tras atrincherarse dentro de un edificio con una ametralladora automática, por lo que terminó siendo condenado. Sin embargo, este domingo el hijo del detenido ha dicho a la cadena de televisión CNN que espera que todo se haya «sacado de quicio» porque no cree que su padre sea capaz de «hacer nada tan loco, ni mucho menos violento». Ha dicho que su padre es un hombre «muy cariñoso y cuidadoso, un trabajador honesto».
Había criticado a Trump
En el plano político, el detenido había expresado su simpatía por la congresista demócrata Tulsi Gabbard, ahora en el Partido Republicano, y también había criticado a Trump en redes sociales. En un post en el que etiquetó a la vicepresidenta Kamala Harris y al presidente Joe Biden, les pidió que visitasen a los heridos en el intento de asesinato de Trump porque creía que el expresidente no haría «nada por ellos».
Este domingo, la vicepresidenta Harris ha publicado que está «profundamente perturbada» por lo sucedido y que condena la violencia política. El presidente Joe Biden también ha dicho que se sentía «aliviado» de que Trump hubiese salido ileso. «Como he dicho muchas veces, no ha lugar para violencia política, ni para ningún tipo de violencia en nuestro país, y he pedido a mi equipo que siga asegurándose de que el Servicio Secreto tiene todos los recursos (…) que necesita para garantizar la seguridad del expresidente».
De su lado, el gobernador de Florida, el republicado Ron DeSantis, ha dicho que investigará el aparente intento de asesinato. «La gente merece saber la verdad sobre el intento de asesinato y sobre cómo pudo acercarse a 500 yardas [450 metros] del expresidente y actual candidato republicano», ha escrito en redes sociales.
El pasado 13 de julio Trump resultó herido en otro atentado en Pensilvania, mientras daba un mitin. Entonces, el mandatario consiguió esquivar la bala, quedando solo herido en una oreja, pero una persona que estaba en el público falleció por sus disparos, además del agresor, que fue abatido por el Servicio Secreto. El suceso provocó la dimisión de la entonces directora de la agencia Kimberly Cheatle.