El 13 de septiembre de 2024, el Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó una posible venta de nueve aviones cisterna KC-46A Pegasus a Japón, en una transacción valorada en 4.100 millones de dólares bajo el programa de Ventas Militares al Extranjero (FMS). Esta información fue dada a conocer por la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa (DSCA) de Estados Unidos.
Esta adquisición se suma a los seis aviones de reabastecimiento aéreo que Japón ya ha contratado, de los cuales cuatro fueron entregados a la Fuerza de Autodefensa Aérea de Japón (JASDF) en noviembre de 2021. De aprobarse esta última venta, el número total de KC-46A en la flota japonesa ascendería a 15. Japón se convierte así en el segundo operador internacional del KC-46A de Boeing, después de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
La inclusión de los KC-46A amplía significativamente la capacidad de las Fuerzas de Autodefensa de Japón (JSDF) para operar en el Pacífico occidental, una región caracterizada por largas distancias sobre el océano entre las áreas operativas y las bases aliadas en islas, mejorando la proyección de poder frente a China.
A pesar de la aprobación preliminar de la DSCA, la venta aún necesita la aprobación del Congreso estadounidense. Además, la cantidad final de aviones y el precio definitivo están sujetos a negociaciones. La certificación de la DSCA, en este caso, representa un visto bueno inicial del ejecutivo, que debe ser ratificado por los legisladores.
El interés japonés en aumentar su flota de aviones cisterna fue sorpresivo, dado que previamente no se habían anticipado nuevos pedidos. No obstante, esta solicitud se explica por las vastas áreas oceánicas que rodean Japón, donde sería imposible proyectar poder sin una cantidad adecuada de aeronaves de reabastecimiento.
Por su parte, la Fuerza Aérea de Estados Unidos también ha recibido dos unidades adicionales del KC-46A desde enero de 2024, como parte de los 15 aviones que Boeing se comprometió a entregar durante el año fiscal 2024, que finaliza el 30 de septiembre de 2024. Según Breaking Defense, Boeing ha entregado 10 de esas 15 unidades hasta la fecha.
Aunque el KC-46A Pegasus ha asumido cada vez más misiones, reemplazando a los antiguos KC-135, aún enfrenta varios problemas. A inicios de 2024, se reportó que el KC-46A tenía seis deficiencias de categoría 1, que según la clasificación de la Fuerza Aérea, podrían llevar a la pérdida de la aeronave o causar lesiones graves o mortales. La compañía está trabajando para resolver estos problemas de manera definitiva.
El interés de Japón por adquirir más KC-46A surge poco después de que Italia decidiera suspender la compra de estos aviones el 24 de junio de 2024. La decisión italiana, que tenía como objetivo reemplazar los KC-767, se debió a “necesidades cambiantes e imprevistas”.
Japón adquiere motores y equipos avanzados en acuerdo de defensa estratégica
Además de la adquisición de aviones, el acuerdo también incluye la compra de 18 motores Pratt & Whitney PW4062, que los compradores podrán usar como reemplazo o para obtener piezas durante el mantenimiento o en caso de accidentes. Estos motores serán clave para garantizar la operatividad de las aeronaves a largo plazo.
El paquete de compra también contempla diversos equipos de apoyo para la supervivencia, como 16 receptores de advertencia de radar AN/ALR-69A, 33 sistemas de contramedidas infrarrojas LAIRCM GLTA, 18 procesadores de sistema LAIRCM de repuesto, y sensores de advertencia de aproximación de misiles (MAWS). Asimismo, se incluyen dispositivos accionados por cartucho o propulsor (CAD/PAD), unidades de interfaz de control y módulos de datos de usuario (UDM). También se proporcionará soporte para la base de datos de guerra electrónica, así como módulos criptográficos KIV-77 y terminales KY-100.
Adicionalmente, el acuerdo abarca transpondedores AN/PYQ-10 SKL y sistemas de identificación amigo o enemigo AN/APX-119 IFF. A esto se suman otros productos como equipos de prueba, soporte y mantenimiento, repuestos, componentes, accesorios, materiales de entrenamiento, documentación técnica clasificada y de usuario, así como estudios y encuestas, además de apoyo técnico y logístico. Estos elementos reforzarán la capacidad operativa y de defensa de las fuerzas armadas japonesas.
Japón refuerza su flota de KC-46A y aumenta su presupuesto militar en 2025
Japón ha incrementado su pedido de aviones cisterna KC-46A Pegasus, sumando nueve unidades, una cifra superior a los cuatro aviones que inicialmente se contemplaban en el presupuesto de agosto. En ese momento, el gobierno japonés había asignado 1.400 millones de dólares para la compra de estos cuatro aparatos.
El presupuesto total para el año fiscal que comienza en abril de 2025 asciende a 59.000 millones de dólares, lo que representa un aumento del 7,4% en comparación con el año anterior. Este incremento también incluye inversiones en una red de pequeños satélites y la compra de 400 misiles Tomahawk de fabricación estadounidense, junto con una versión mejorada del misil antibuque Tipo 12, diseñado para ser lanzado desde la superficie.
Este fortalecimiento militar coincide con un cambio en la doctrina de defensa de Japón, que ahora contempla la posibilidad de llevar a cabo ataques preventivos contra objetivos en Corea del Norte o China si se percibe una amenaza inminente. La postura exclusiva de defensa ha evolucionado ante las crecientes tensiones regionales.
El aumento de las capacidades defensivas de Japón también responde a incidentes recientes, como las incursiones en su Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) por parte de aviones rusos. El 31 de julio de 2024, dos bombarderos estratégicos Tu-95MS rusos, acompañados de cazas Su-30SM y Su-35S, sobrevolaron el Mar de Japón durante 10 horas, ingresando tres veces en la ADIZ japonesa. Esto provocó que la Fuerza Aérea de Autodefensa de Japón (JASDF) desplegara sus cazas en respuesta.
Este incidente fue seguido por la primera incursión de un avión de inteligencia chino Y-9 en el espacio aéreo japonés, cerca de las islas Danjo, ubicadas a unos 70 kilómetros al suroeste de la prefectura de Nagasaki.
El 12 de septiembre, Japón volvió a desplegar cazas en respuesta a un vuelo de aviones rusos Tu-142 que sobrevolaron el archipiélago nipón por primera vez en cinco años. Los aviones rusos sobrevolaron la región de Okinawa tras pasar entre Japón y Corea del Sur, según informó el Ministerio de Defensa japonés.
Estos incidentes han aumentado las preocupaciones de seguridad en Tokio, justificando el incremento en el gasto militar y la adquisición de nuevas tecnologías de defensa para hacer frente a posibles amenazas en la región.
Tensión entre Japón y Rusia tras sobrevuelo militar en el Pacífico
Un avión militar realizó un extenso vuelo partiendo de la costa de la isla de Oki, ubicada en la prefectura de Shimane, cruzando el estrecho de Tsushima para dirigirse hacia el mar de China Oriental. Posteriormente, la aeronave pasó entre la isla principal de Okinawa y Miyako, continuando su trayecto al norte sobre el océano Pacífico, y finalmente sobrevoló frente a la costa de Hokkaido en dirección al continente. “Aviones de combate de la Fuerza de Defensa Aérea Central y otras unidades fueron desplegados en respuesta a estos movimientos”, afirmó el Estado Mayor Conjunto en la red social X.
Junto con estas declaraciones, el Estado Mayor Conjunto de Japón compartió un mapa que mostraba la ruta seguida por el avión, la cual iniciaba y concluía en el sureste de Rusia, en la región norte del Pacífico occidental. Esta situación, marcada por un aumento de tensiones y una creciente actividad militar, parece estar influyendo en los planes de adquisición de equipo militar por parte de Japón.
Además, la incorporación de más aviones de reabastecimiento aéreo no solo beneficia a Japón, sino también a los Estados Unidos. La estrecha alianza militar entre ambos países, caracterizada por un alto nivel de interoperabilidad en su equipamiento, fortalece su cooperación estratégica.