La vuelta al cole siempre es un momento muy especial. No solo para los alumnos, sino también para los propios profesores, que se encuentran con el reto de que los niños que vayan a entrar en el aula salgan como mejores personas y, sobre todo, aprendiendo mucho de lo que reciben. Porque no son sólo aprobados y suspensos, ni mucho menos: lo importante es curtirse para el futuro.
Por ello, los maestros tienen mucha responsabilidad durante estos días, como es normal. Sobre todo, porque es importante implementar conceptos como autoridad o dar a conocer cómo va a ser tu modelo de evaluación, así como los temas a estudiar y demás. No siempre es fácil, y menos cuando llevas ya casi 40 años impartiendo docencia todos los años.
Es el caso de Darío, un profesor del Colegio Sagrada Familia de Moratalaz, en Madrid, que ha estado esta semana con Pilar García Muñiz en La Tarde. En concreto, el veterano maestro ha explicado muchas anécdotas junto a María, una chica que vive su primer curso como profesora. Pero sobre todo, ha desmentido uno de los grandes mitos que acaban viviendo muchos profesores durante sus años de trabajo.
¿ES FÁCIL MANTENER LA ILUSIÓN DESPUÉS DE 38 AÑOS?: «TODO CAMBIA MUY RÁPIDO»
Darío deja claro a Pilar García Muñiz que las cosas en los colegios han cambiado mucho. Y no solo mucho, sino muy rápido: lo que hace pocos años se daba por hecho, ahora no es tan sencillo. «La figura de profesor ha cambiado mucho, pero esto pasa en la escuela, pasa en ambulatorios, en los despachos de los abogados… la autoridad ha cambiado, es distinta y así debe ser, creo. Antes éramos autoridad porque venía con el cargo de ser profesor. Ahora te la tienes que ganar. Es como un padre de familia. Antes tu padre decía una cosa y lo hacías. Ahora se consensúa, aunque la responsabilidad sigue siendo del adulto«, explica Darío al respecto.
Como es normal, uno puede pensar, tras 38 años dando clase, que la ilusión por volver al colegio se puede ir perdiendo. Pero Darío deja claro que, en su caso, no es así para nada. «Tienes la ilusión de ver qué estás preparando. Estos primeros días de septiembre son mucho de reuniones, muchas reuniones, pero en el fondo todos tenemos el runrún de querer vernos en el aula, delante de los niños, ver quiénes son, con quiénes vamos a estar conviviendo muchas horas durante los próximos nueve meses. Te reencuentras con un alumno, al que sabes que le gustas, al que no le gustas…«, explica el profesor.
Un curso, el 2024-25, que puede ser especial para él, porque es posible que sea su último año en la docencia antes de jubilarse. «Quizá es mi último curso, es la decisión a tomar ahora. Llevo 38 años dando clase. ¿Qué consejo le daría a los que empiezan? Aprender enseñando, que lo vea todo muy positivamente, que se anticipe a los cambios, que los disfrute… y así va a ser mejor profesor y va a estar mejor consigo mismo«, señaló el docente.
EL MITO SOBRE LOS PROFESORES QUE DESTAPA DARÍO: «LO BUENO ES QUE…»
Como es normal, hay una pregunta que le surge a Pilar García Muñiz para Darío tras tanto tiempo en las aulas: ¿se ha formado fama con los alumnos? ¿Los adolescentes dicen que es muy duro como profesor o no tanto? Porque es algo que siempre suele ocurrir con los docentes, que se ganan una fama que, a veces, puede llegar a ser exagerada. «Sois conscientes de la fama que tenéis los profesores, ¿no? Ya no te quitan eso…», señala Pilar.
Y Darío responde a este mito con una respuesta clara. «Hay que recalcar una cosa, y es que lo bueno es que normalmente la fama te la ponen los que no han estado en tu clase. Todo el mundo te dice… yo creía que tú eras más duro y tal, y yo les digo, no hagas caso de lo que dicen, sino de lo que tú sepas, de lo que tú veas. Siempre las relaciones son buenas», explica el profesor. Sin duda, una respuesta bastante acertada con la que varios profesores estarán de acuerdo.