Satisfecho, aunque con algunos peros, se mostró Porfirio Fisac tras la victoria del Casademont ante el Baskonia en la puesta de largo de los aragoneses como locales. El principal inconveniente fue la posible lesión de Mencía. El técnico explicó que el cubano sufrió «un tirón muscular en el aductor» y tendrá que someterse a pruebas. «Lo único que le pido a Dios es que no se lesionen mis jugadores. A partir de ahí veremos qué tipo de baloncesto podemos hacer», valoró.
El que se estrenó con el Casademont fue Bojan Dubljevic, que cuajó una discreta actuación, algo que no preocupa para nada a Fisac. «Lleva trabajando con nosotros tiempo y va a ser un jugador muy importante en cuanto a decisiones. No hemos querido forzarle ni hoy ni los días anteriores, pero bueno, él está bien», aseguró Porfirio.
Lo que sí que destacó Fisac fue lo feliz que está con sus dos bases, Spissu y Bell-Haynes. «Tengo dos directores de juego que me dan mucha tranquilidad. Entonces no tienes que estar diciendo siempre lo que tienes que hacer», valoró un técnico que consideró que ahora «lo más importante es conseguir una filosofía como grupo independientemente de quién tengamos enfrente».