Hasta el martes, los modelos meteorológicos coinciden con un episodio de estabilidad y altas presiones. Sin embargo, después, el panorama meteorológico dará un giro radical.
Por el momento, las miradas quedan fijas en una masa de aire frío en altura que se desplazará de este a oeste. Será un movimiento inusual a lo que suelen hacer, por lo tanto, llegará al noreste de España a mediados de la próxima semana.
Hasta mañana, las temperaturas experimentarán un ascenso. En el valle del Guadalquivir y en el suroeste peninsular, se superarán nuevamente los 35 grados.
Aunque las temperaturas serán más moderadas en el norte, se mantendrán valores
cálidos en general.
Tras este período estable y cálido, el foco de atención se desplaza hacia el Mediterráneo, donde a partir del martes se formarán los primeros chubascos. Estos afectarán desde Cataluña hasta el sureste peninsular y Baleares, pasando por la Comunidad Valenciana.
Coincidiendo con las tormentas, las temperaturas experimentarán un descenso significativo, especialmente en las zonas montañosas, donde se podrían registrar valores por debajo de los 10 grados.
La lluvia será generosa y abundante en el entorno del Mediterráneo, con acumulados
que podrán superar los 75 y 100 litros por metro cuadrado hasta el domingo de la semana que viene.