El pasado 12 de septiembre, la Comisión Jurídica de Liga de Fútbol Profesional (LFP) de Francia, decidió en favor de Kylian Mbappé, en su pleito contra el Paris Saint-Germain (PSG) por la suma de 55 millones de euros, 36 en concepto de primas y el resto por los meses de abril, mayo y junio que no se le pagaron. Antes esto, las voces han salido a manifestar que el PSG no podría jugar competiciones europeas (no ahora, sino la próxima temporada), lo que no es cierto, porque estamos ante un sistema francés y este es especial (aunque similar al de España en lo legal, como veremos). La Comisión Jurídica de la LFP, tras la demanda del jugador, tenía que juzgar y, así lo ha hecho, dándole razón y al club 8 días para pagar o negarse a hacerlo.
El club, obviamente, se ha negado ya, sin pasar esos 8 días, y no va a abonar esa suma. Entonces, ¿qué pasará? Pues que Mbappé tendrá que mover ficha si quiere cobrar, y no es otra que la de ir a la magistratura de trabajo, el ‘Conseil des Prud’hommes’, que tiene la particularidad de estar compuesto por jueces no profesionales, personas representando a los empleadores y a los empleados.
Y es que el derecho laboral en Francia, es de orden público, como en España, y no se puede ir a otro sitio. Lo que parece pues que es la comisión jurídica de la LFP, es un ente casi inútil, porque difícilmente van a pagar los clubes sin agotar toda la panoplia legal existente. Además, le corresponde al trabajador ir a pleito.
Pero, ¿esta deuda le va a impedir al PSG jugar competiciones europeas, por aquello del Fair Play Financiero y las obligaciones para obtener licencia UEFA, que indica que no se debe tener deuda exigibles y vencidas con sus trabajadores? No, todavía no, y si pierden, seguro que pagarán, pero de momento, no está vencida porque para ello tiene que haber una sentencia del tribunal de trabajo, ese ‘Conseil des Prud’hommes’.
Así, si Mbappé quiere continuar reclamando, que sin duda es lo que hará, tendrá que ir a este primer paso, ya que ese ‘Conseil’ es el único tribunal competente para litigios entre trabajadores y empresarios. Una vez se tenga una sentencia, quien pierda, supongamos que el PSG, puede acudir al tribunal de apelación del lugar del ‘Conseil’.
Y, si eso no parece bastante, todavía existe una entidad superior, la Corte de Casación, (digamos el Tribunal Supremo francés), que será la que dictamine finalmente. Así, el PSG tiene todavía unos cuantos años por delante para que esa deuda pueda ser exigible y vencida y que tenga problemas con su licencia UEFA…
Esta batalla jurídica parece ser más bien una decisión del PSG de castigar en parte a su exjugador, haciéndole sufrir por haberse marchado sin dejar dinero en caja parisina. Con el coste que tuvo su fichaje, algo pensaban sacar los qatarís (dueños del club). Y aquí está también sobre la mesa el cómo se debe gestionar estos casos. Algunos dicen que hizo bien el PSG con no dejar irse a su jugador por un precio que creía muy por debajo de su valía. Pero ¿si solo renovó por un año, estaba claro que al finalizar éste, se marcharía?
Por lo tanto, la gestión hubiera podido ser de obtener una cantidad adecuada, digo 90 millones por decir algo, de su futuro club y dejarse de líos. Sabemos que cuando un jugador (de calidad, se entiende), quiere marcharse, no hay nada que hacer. Pero, a veces, la cabezonería no es adecuada para las arcas de un club y hubiera sido mejor tener ese dinerito y a Mbappé fuera y evitar también este litigio de impago de salarios, que a un club como el PSG no se le puede perdonar que no los abone, porque demuestra que lo está haciendo para fastidiar, cuanto menos…
Así las cosas, que no tiemblen los aficionados del PSG, que para largo va esta saga jurídica y la sanción de la LFP francesa no es más que un primer paso para que Mbappé empiece su largo caminar legal. Veremos en qué acaba, pero de momento hay competiciones europeas para largo tiempo.
Ya estamos casi en otoño, aunque todavía hay rescoldos de verano y de calor. Esperemos que nos llegue algo de lluvia, casi tanta como los millones que va a recibir Kylian, un día u otro. De momento, mi recomendación de esta semana es la novela ‘Los turbantes de Venecia’, de Medim Gursel. Disfruten y cuídense.
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