La inauguración del curso político del Partido Popular valenciano, celebrado esta noche en Nules, puede resumirse desde dos perspectivas, como una exhibición de músculo por el buen momento que vive la agrupación en la Comunitat, liderando los gobiernos de las tres diputaciones provinciales, las tres capitales y la Generalitat, y para reclamar, una vez más, al Gobierno de Pedro Sánchez, los «déficits en infraestructuras y financiación» que mantiene con Castellón y el resto del territorio autonómico, como no se cansó de repetir su presidente regional, Carlos Mazón.
Fue Marta Barrachina, la presidenta del PPCS y de la Diputación provincial, la que enumeró alguna de esas deudas estatales, como el Parador de Morella, los cuarteles de la Guardia Civil, las comisarías de la policía autonómica, la CV-10, la defensa de la costa o el agua «y un largo etcétera».
Sobre la relación con el Gobierno, recordó que «he intentado reunirme con Sánchez para defender los intereses y exigir soluciones para nuestra provincia y la respuesta ha sido un silencio absoluto, no se ha dignado ni a contestar», por lo que insistió en que mientras «perdona delitos para pedir favores políticos, deja a comunidades como la nuestra desamparados», incidiendo en que que «ignora a Castellón».
Ese fue el argumento principal que unió las intervenciones de Barrachina, Mazón y el portavoz popular en el congreso, Miguel Tellado, quien dijo querer para España lo que Mazón ya ha logrado para la Comunitat, «asumir compromisos, resolver problemas y ponernos al servicio de la gente», Con tres grandes desafíos por delante que tienen «a Sánchez como culpable, el territorial, el institucional y el constitucional».
Consellers, alcaldes y numerosos cargos públicos, además de militantes de base llegados desde las tres provincias hasta sumar 700 personas, acompañaron a los líderes del PPCV en un acto en el que Carlos Mazón dijo que la Comunitat «urge, necesita y clama el Fondo Transitorio de Nivelación Autonómico, porque para el presidente de los populares valencianos, no cabe otra posibilidad que «eliminar las diferencias de los que estamos a la cola», en materia de financiación, porque «la igualdad de los españoles es innegociable».
Frente a la política de «el cuarto de las extorsiones» donde el Gobierno y sus socios de legislatura negocian «los privilegios», volvió a exigir la asunción «del desafío de la financiación» como «una prioridad y con urgencia».
Cambios en Castellón
Mazón, Barrachina y Tellado coincidieron en sacar pecho de lo que han supuesto para la autonomía los cambios de gobierno, en especial en la Generalitat. El presidente del PPCV recordó que ya se ha licitado y adjudicado «la mayor obra sanitaria de la legislatura, el gran hospital que Castellón se merece».
En su enumeración de logros también referenció que se han «duplicado las ayudas a fondo perdido para la cerámica» y se ha garantizado «la equidad sanitaria», haciendo una mención especial al hospital de Vinaròs, «donde no había especialistas y ahora ya los hay», o sobre la licitación del segundo centro de salud.
Mazón apeló a la unidad territorial, porque «no hay que elegir entre las tres provincias, nuestra fuerza es la gran suma» y se comprometió a pelear «por cada gota de agua y cada euro que nos corresponda, hasta el final».
Tres símbolos del cambio
Carlos Mazón inicio su discurso enunciando tres acciones del gobierno autonómico que se han materializado en la última semana y que son, a su parecer, un ejemplo de las consecuencias del cambio político en la Comunitat. El anuncio de un plan exprés de ayudas contra la sequía de 17 millones de euros;la creación de un servicio veterinario de guardia para que «no corran peligros los bous al carrer» y el establecimiento de «la verdadera universalidad de la educación», con la gratuidad de la educación de los 0 a los 3 años.
El presidente popular señaló que «nos hemos dejado la piel para volver a gobernar las instituciones y cumplir con el cambio. Un cambio que «no ha hecho más que empezar».