Julían Muñoz está gravemente enfermo. El que fuera alcalde de Marbella, que saltó a la fama cuando inició una relación sentimental con Isabel Pantoja, lucha desde hace meses contra un cáncer de pulmón irreversible, que le tenía alejado de los medios. Sin embargo, esta semana ha decidido conceder la última entrevista de su vida a ‘De viernes‘ junto a Maite Zaldívar, con la que se volvió a casar recientemente para sorpresa de todo el mundo.
«Tengo fecha de caducidad, pero no sabemos cual es«, aseguró en la conversación que mantuvo con el programa de Telecinco. «No sé el tiempo que me queda. Hago esta entrevista porque quiero dar las gracias a las personas que habéis estado ahí conmigo siempre. Sabía que tenía un tumor porque soy fumador desde hace 60 años, pero me lo detectaron porque me caí en enero y al hacerme pruebas, me lo vieron.
Durante estos meses de enfermedad, Muñoz ha tenido que soportar diversos tratamientos y cuidados para intentar tener la mejor calidad de vida: «Lo pasé muy mal con la quimioterapia, tengo dos costillas rotas y he tenido que tomar morfina, junto a 20 pastillas diarias. También tuve un ictus y dos o tres infartos. En esencia, estoy jodido pero feliz. Dentro de todo, tengo ganas de vivir».
Tras su auge fulgurante y aún más rápida decadencia, Muñoz cayó en desgracia y se tuvo que refugiar en el trabajo como ‘road manager’ de Isabel Pantoja. Ahora, gravemente enfermo, hace balance y asume sus errores del pasado: «Fui un mal marido y un mal padre. Llegué a no querer saber nada de mis hijas«. Sobre la cantante, fue tajante: «Nunca fui feliz con esa mujer. No sé nada de ella. No se ha preocupado y me importa tres cojones«. Sobre su mujer, dijo contundente: «No se ha quedado ni un duro Marbella».
Pese a su situación, Julián Muñoz lanza un mensaje positivo: «En este momento, desde que salí de la cárcel, soy feliz. En una situación precaria como la mía, cuando te sientes querido, te importa todo un carajo. Después de la vida que he llevado, sentir a todos mis seres queridos a mi alrededor cuando me caí… es el mejor fin de mi vida que podría tener».
Sobre el momento en el que llegue su final, aseguró: «Tengo miedo a morirme, claro que sí. No por lo que pueda dejar, porque sé que está todo bajo una persona maravillosa que es Maite, pero me da miedo lo que hay por después por ahí. Igual hay un camino de rosas o igual no hay nada».