Un día después de que el PP y el BNG dejasen solo al Gobierno local en su defensa del plan de As Xubias, los vecinos del barrio y de Oza fueron reunidos ayer por representantes del fondo de inversión Ginkgo Advisor, que pretende construir en torno al núcleo marinero de esta zona del litoral de A Coruña y la playa de Oza. Se congregaron por la tarde en la antigua discoteca Pachá, donde los portavoces les explicaron que el desarrollo aún tiene que concretarse, que depende del Concello y que los terrenos tienen una serie de derechos consolidados en vigor que les otorga el plan general de 2013, que a su vez incorpora un ordenamiento antiguo aprobado en 2008. Fue una reunión a dos bandas, sociedad y vecinos —tanto del colectivo cultural Eumedre de As Xubias como de la asociación vecinal de Oza—. No hubo responsables municipales.
Según varias fuentes vecinales asistentes, los portavoces de Ginkgo Advisor recordaron que hay un planeamiento en vigor y que es el que recoge el convenio, el de 2013. Es el actualmente válido y no el de 2022, cuyos trámites se iniciaron bajo la gestión del primer concejal de Urbanismo de Inés Rey, Juan Díaz Villoslada, pero que no llegó a aprobarse y que reducía sensiblemente la edificabilidad en la zona. El Gobierno local coruñés ha insistido en las últimas semanas en que habrá una rebaja sobre los pisos previstos en 2008 y que este recorte está por decidir.
Fuentes de ambos colectivos vecinales presentes coinciden en avanzar que los portavoces de fondo optaron por no pronunciarse sobre el acuerdo extrajudicial entre el Concello y Landcompany 2020, propietaria de terrenos en la zona y con la que la Administración local mantenía un largo conflicto judicial, que es clave para saber cuánto y cómo se podrá construir en el lugar.
La empresa informó de que está en posesión de 32 parcelas y tiene intención de adquirir una mayor cantidad. La cita se desarrolló en una de ellas, el interior de la discoteca Pachá, actualmente desocupada y ruinosa. También insistieron en que la presencia del arquitecto David Chipperfield en el proyecto garantiza el respeto por la integridad de la zona y que no se pervertirá el núcleo de casas marineras con edificios de altura en su entorno inmediato. Según fuentes vecinales, hay pequeños propietarios de la zona que desean mantener un alta edificabilidad para sus fincas y otros que apuestan por defender su modo de vida, contener el número de viviendas construibles y “vivir en un entorno rural”. La zona está regulada por una normativa anterior al plan general de 2013, ya que el Concello aprobó en 2008 una modificación del de 1998 que decidió introducir en el siguiente como Área de Planeamiento Incorporado Ría do Burgo.