La palabra “no” está descartada de su vocabulario desde que tiene uso de razón. Inmaculada Baeza Climent, “La Casimira”, ha aceptado la invitación del alcalde de El Campello, Juanjo Berenguer, y la concejala de Fiestas y Tradiciones, Marisa Navarro, para encargarse de dar el pistoletazo de salida de los esperados Moros y Cristianos, que El Campello celebra del 11 al 15 de octubre, aunque varios días antes ya se sucederán los actos a velocidad de vértigo.
Es costumbre en el municipio mantener en secreto el nombre del pregonero o pregonera de las fiestas hasta pocas semanas antes del evento, explican fuentes municipales.
Su nombramiento corresponde al Ayuntamiento, obligado a elegir a una persona muy significativa del pueblo, vinculada a la fiesta y especialmente integrada en la sociedad campellera.
Y el viernes fue el día en que Inmaculada Baeza Climent fue recibida en el Ayuntamiento para decir la palabra que más le gusta: “sí”.
Ese “sí”, significaba que aceptaba el encargo de ser pregonera, con un discurso que leerá (previo pasacalles, en la Plaza de la Iglesia a las 11 de la noche del 11 de octubre, ante centenares de festeros, vecinos y autoridades, desde el balcón de la casa de párroco del municipio.
Unas horas después, a las 7 de la mañana, la playa de Carrer la Mar se llenará con miles de personas para asistir a uno de los actos cumbre de las fiestas: el desembarco.
Es muy poca la gente, según las mismas fuentes, que no conoce a Inmaculada Baeza Climent en el pueblo, muy vinculada a los Moros y Cristianos, en los que participa desde que tenía 2 años, cuando ni siquiera existían oficialmente esas fiestas como tales, según las mismas fuentes
Por aquel entonces, militaba en la comparsa “Marinos”, de la que pasó a formar parte de “Moros de L’Alacantí” (desaparecida hace ya muchos años), para acabar en “Jaume I”, en la que permanece ahora. “Soy festera de toda la vida”, afirma Inmaculada con el corazón henchido.
Pero su vinculación y participación activa en diferentes manifestaciones populares de El Campello no se limita a eso. Fiel a su costumbre de jamás decir “no” cuando se trata de colaborar, forma parte de la organización del Corpus Christi, de las fiestas y romería de María Auxiliadora, del Grup de Danses Salpassa, de la Fireta de Sant Jaume y de la comisión que organiza las celebraciones del 9 d’Octubre, Día de la Comunidad Valenciana. “Es verdad”, decía ayer al alcalde y a la concejala. “No sé decir que no a nadie”.
Forma parte de una saga familiar muy conocida en El Campello, “Los Casimiros” (sobrenombre del que se siente orgullosa), pero muchos en el pueblo también se refieren a ella como una de “Las chicas de la Plaza”, amigas que se reunían en la Plaza de la Iglesia, o directamente residían en ella, como era su caso. Sus abuelos, sin ir más lejos, regentaban en ese espacio el emblemático “Bar Central”.
Al aceptar el encargo, el alcalde y la concejala le informaron del protocolo al que debe ajustarse, que incluye formar parte de la comitiva presidencial durante la celebración de muchos actos, asistir a tribuna en espacio relevante para disfrutar de los desfiles, o participar activamente en ofrendas y otros eventos.