Maestro, profesor universitario e investigador, Daniel Turienzo es coautor de ‘Educafakes. 50 mentiras y medias verdades sobre la educación española’ (Capitán Swing), un ensayo que desmonta decenas de mitos del sistema escolar. Por ejemplo, ‘la educación española está peor que hace décadas’, ‘sobran universitarios’, ‘la escuela concertada es más eficiente que la pública’, y ‘la segregación escolar por origen es inevitable’. A golpe de dato y estudio, Turienzo y el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Jesús Rogero desarman prejuicios y reclaman “una mirada prudente” a lo que está pasando en las aulas (y fuera de las aulas).
-La OCDE ha publicado esta semana un estudio que confirma que España sigue teniendo un problema con el abandono escolar temprano. Casi el 26% de los jóvenes españoles se limitan a tener la ESO y no continúan estudiando, más del doble que en la UE. ¿Por qué? ¿Qué está pasando en España?
-Cuando observamos los resultados educativos no podemos mirar solo lo que pasa en las aulas porque existe un ecosistema social y laboral en las trayectorias escolares. El nivel formativo de tus padres y el número de libros que se lee en tu casa influye mucho en tu recorrido escolar. En España, casi el 14% del alumnado no termina bachillerato, pero este porcentaje es 12 veces superior cuando la madre solo tiene estudios primarios respecto a cuando tiene estudios universitarios, y ocho veces mayor en las familias que sufren dificultades para llegar a fin de mes.
-¿Por qué es tan importante la madre?
-Eso está cambiando un poco, pero, tradicionalmente, la literatura académica confirma que uno de los mayores predictores de éxito escolar es la formación de la madre. Hay otros estudios que confirman que si uno de tus progenitores, ya sea tu madre o tu padre, tiene educación superior tienes hasta un 77% de posibilidades de tenerla también. Pero además de todo esto hay que tener en cuenta el mercado laboral.
-¿En qué sentido?
-Las zonas en las que hay más empleo en sectores como construcción, turismo y hostelería atraen a los alumnos, que no siguen estudiando. Así sucedió, por ejemplo, antes de la crisis de 2008. Si en tu zona abunda el trabajo de alta cualificación, la población estudia más tiempo.
-«Quien más se esfuerza es quien tiene una mejor carrera académica» es una frase falsa, según su libro. ¿Por qué?
-Un ‘fake’ importante que influye en los demás. Los resultados no solo dependen del esfuerzo individual sino de tu origen social, eso es algo que ocurre en España y en el resto del mundo. No negamos la importancia del esfuerzo y la capacidad individual, pero pedimos replantear la perspectiva. Es fundamental conocer las circunstancias personales porque, con igual esfuerzo, es muy posible que los resultados sean muy diferentes.
-¿Es lo que sucede, por ejemplo, con el alumnado migrante, que suele tener peores resultados?
-Si tienen peores calificaciones no es por sus costumbres, desde luego. Ni por sus valores o creencias religiosas. Si obtienen peores resultados no es por ser migrantes sino por ser más pobres. La OCDE siempre pide que, en términos educativos, no se comparen nativos y migrantes sino migrantes con nativos del mismo nivel social y cultural. Entonces, las diferencias no son tantas.
-Algo parecido ocurre con la concertada. Mucha gente asocia este tipo de colegios con mejores resultados académicos.
-Efectivamente. Una comparación rigurosa muestra que la educación concertada no logra mejores resultados académicos que la pública sino que las diferencias se deben al diferente perfil del alumnado.
«Que un alumno repita nos cuesta 6.000 euros. ¿Hay alguna manera de invertir mejor ese dinero? Seguro que sí»
-En la media de los países OCDE, el 3,2% de los estudiantes matriculados de 4º de ESO han repetido algún curso previamente, porcentaje que se dispara hasta el 6% en el caso de España. En su libro, aseguran que es un ‘fake’ decir que repiten porque no alcanzan las competencias. ¿Por qué lo hacen?
-Si los docentes consideran que un alumno debe repetir lo hacen porque piensan, de verdad, que es lo mejor para el estudiante. Pero el profesorado está en una situación comprometida. La repetición es una herramienta ineficaz y costosa. Que un alumno repita nos cuesta 6.000 euros. ¿Hay alguna manera de invertir mejor ese dinero? Seguro que sí. En España se repite por un a cuestión de cultura, nuestros alumnos y alumnas no son peores ni están más rezagados, pero repiten más. Repetir tiene también costes personales para el alumno, que pierde a su grupo de referencia y se rodea de niños más pequeños. Los profesores están en un callejón sin salida, no hay medidas alternativas a la repetición, no se les dota de recursos, como sistemas de apoyo y detención temprana. Se debería tener en cuenta desde el principio qué alumnos tienen más riesgo y dotarles en ese momento de recursos.
-Genes, ganas, esfuerzo, la cuenta bancaria de la familia… ¿Qué determina, de verdad, que un chaval sea excelente académicamente?
-Es una combinación de factores, desde la predisposición cognitiva hasta el contexto social. Si un niño nace en una familia acomodada tiene más probabilidades de obtener un título superior que otro que nace en un hogar desfavorecido y tiene mejor herencia biológica. El origen pesa más que los genes. Los niños y niñas con progenitores con estudios superiores tienen más posibilidades de acudir a un centro de educación infantil, con lo que ya ganan ventaja competitiva. Y otra cosa importante es que esos niños se pueden permitir caer. En esas casas, hay redes de seguridad que hacen que el chaval se levante. Es una segunda oportunidad que en muchos hogares no existe porque no se puede.
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