Hagamos un poco de historia. A principios de abril de 1980, Francisco Fernández-Ordóñez, diputado de UCD por la provincia de Zaragoza, y ministro de Hacienda, presentaba en la capital aragonesa la primera Ley de Financiación de las Comunidades Autónomas. Según dicha norma, las nuevas CCAA obtendrían sus recursos económicos mediante la participación de los impuestos del Estado y no podrían crear nuevas tasas. «En los casos en que esto no baste –señalaba Fernández-Ordóñez–, las comunidades podrán recurrir a subvenciones denominadas de equivalencia. Además, se creará un Fondo de Compensación Interterritorial». Fernández-Ordóñez garantizaba que las nuevas CCAA «no dispararán el gasto público si se evita duplicar las instancias administrativas».
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