Dentro de siete años podríamos experimentar la primera lluvia de meteoritos creada por el ser humano: estrellas fugaces que no existirían sin nosotros porque son los restos del asteroide Dimorphos, que fue embestido por la misión DART en 2022. Un espectáculo de gran interés científico.
La exitosa misión DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA podría tener consecuencias más allá de su objetivo inicial: el impacto de la sonda contra el asteroide Dimorphos en septiembre de 2022 podría crear la primera lluvia de meteoros de origen humano.
La misión DART, diseñada para probar la viabilidad de desviar asteroides potencialmente peligrosos, logró alterar la órbita de Dimorphos alrededor de su asteroide acompañante, Didymos. Este impacto, que ocurrió a una velocidad de 6.6 kilómetros por segundo, no solo cambió la trayectoria del asteroide, sino que también generó una nube de escombros.
Llegarán a la Tierra
Un equipo de investigadores ha modelado la trayectoria de estos escombros y ha descubierto que algunas de estas partículas podrían eventualmente alcanzar la Tierra. «Las partículas que se mueven a más de 1,5 km/s podrían alcanzar el sistema Tierra-Luna en una escala de tiempo similar», explican los científicos.
Para la simulación, el equipo utilizó tres millones de partículas con tamaños entre 30 micrómetros y diez centímetros para rastrear las trayectorias de los restos del DART.
Esta potencial lluvia de meteoros artificial presenta características únicas que la distinguen de los fenómenos naturales. A diferencia de las lluvias de meteoros tradicionales, que ocurren en momentos predecibles del año, este evento podría extenderse durante varios años y ser observable desde cualquier parte del planeta.
Los primeros, dentro de 7 años
Los modelos sugieren que los primeros escombros podrían llegar a la Tierra en un futuro próximo, aunque la fecha exacta aún es incierta. Algunos expertos calculan que podría tardar hasta 13 años en manifestarse plenamente.
Las partículas más lentas, con una velocidad de expulsión de unos 450 metros por segundo, necesitarán unos 13 años para alcanzar el campo gravitatorio de Marte; las más rápidas, que viajan a unos 770 metros por segundo, podrían llegar al entorno marciano en unos siete años, consideran los científicos. Estas partículas de escombros que vuelan a Marte provienen principalmente de la parte norte del cono de eyección.
Vienen hacia aquí
Sin embargo, las partículas de escombros de la parte suroeste de la nube de impacto se encuentran ya en dirección hacia la Tierra. «Para nuestra sorpresa, descubrimos que algunas de las partículas de un centímetro también pueden llegar al sistema Tierra-Luna», informa el coautor Josep Trigo-Rodríguez, del Instituto Español de Investigaciones Espaciales (CSIC/IEEC). Los restos más rápidos de estos DART también podrían llegar a la Tierra en unos siete años.
Sin embargo, estos fragmentos de asteroides no representan ningún peligro para la humanidad, porque incluso los restos más grandes de DART tienen sólo unos pocos centímetros de tamaño. Cuando entren en la atmósfera terrestre se quemarán por completo.
Atentos al mes de mayo
«Los meteoros producidos por la prueba de embestida DART se moverían lentamente a través del cielo nocturno y serían visibles principalmente desde el hemisferio sur de la Tierra», explican los astrónomos. El pico de esta lluvia de meteoros DART/Dimorphos probablemente será en mayo. Según su sincronización y comportamiento de vuelo, los astrónomos pueden distinguirlas de las conocidas lluvias de meteoritos.
«Lo interesante de esto es la posibilidad de que en un futuro próximo podamos observar e identificar meteoros sobre la Tierra o incluso sobre Marte procedentes del impacto del DART», añade el coautor y científico de la misión Hera de la ESA, Michael Kueppers.
«Su color y brillo podrían revelar más sobre la composición de estos restos. La nave espacial Hera de la ESA, que viajará desde Cabo Cañaveral a Dimorphos y Didymos el 9 de octubre de 2024, proporcionará aún más información sobre las consecuencias del impacto», añade.
Interés científico
La posibilidad de una lluvia de meteoros artificial ha generado gran interés en la comunidad científica. Este evento sin precedentes ofrecería una oportunidad única para estudiar la composición de Dimorphos y el comportamiento de los escombros espaciales en la atmósfera terrestre.
Además, este fenómeno podría proporcionar valiosa información sobre la eficacia de las técnicas de desviación de asteroides, un aspecto crucial en la defensa planetaria. La misión DART ya ha demostrado que es posible alterar la trayectoria de un asteroide, y ahora podría ofrecer datos adicionales sobre las consecuencias a largo plazo de tales intervenciones.
Referencia
Delivery of DART Impact Ejecta to Mars and Earth: Opportunity for Meteor Observations. Eloy Peña-Asensio et al. arXiv:2408.02836v2 [astro-ph.EP]. DOI:https://doi.org/10.48550/arXiv.2408.02836