Los días de Jaime están contados. El tumor está creciendo mucho más rápido de lo esperado, y las crisis son frecuentes. Pero esta última sin duda ha sido fulminante.
En el dispensario, mientras recogía sus cosas, ha caído desplomado al suelo. Luz le ha encontrado y rápidamente le ha llevado a la cama, donde ha estado bastantes horas inconsciente. Pero lo peor estaba por venir.
Al despertar, el médico…. ¡no veía nada! El tumor había llegado al nervio óptico, acabando por completo con la visión. Cuando Marta y Luz lo han descubierto, se han desecho en lágrimas, pero la fortaleza de Jaime ha conseguido tranquilizarlas.
Sin embargo, el doctor sabe que dentro de no mucho, tendrá que comenzar a despedirse de los que se rodean… ¿Cuánto tiempo le quedará?
