El Tribunal de Tel Aviv ha ordenado a Coca-Cola Israel pagar cientos de millones en impuestos por regalías no declaradas.

Coca-Cola Israel enfrenta millonario pago tras sentencia fiscal en Tel Aviv

La empresa Central Bottling Company, que distribuye exclusivamente productos de Coca-Cola en Israel, fue obligada por el Tribunal de Distrito de Tel Aviv a pagar cientos de millones de shekels a la Autoridad Tributaria israelí. La sentencia dictada desestima los recursos de la embotelladora israelí contra la liquidación fiscal relacionada con las regalías pagadas entre 2010 y 2017 por el uso de la propiedad intelectual de Coca-Cola. Estas regalías, transferidas a la matriz internacional, fueron consideradas por la Autoridad Tributaria como ingresos sujetos a impuestos en Israel.

El tribunal aceptó la interpretación de la Autoridad Tributaria, que clasificó los pagos como regalías por el uso de las marcas comerciales y derechos intelectuales de Coca-Cola, lo que generó una importante obligación fiscal. Esta decisión afecta no solo el pasado, sino también los futuros pagos de la empresa, que tendrá que destinar otros millones de shekels anualmente a impuestos. La Central Bottling Co. ha anunciado que apelará la sentencia ante la Corte Suprema.

Este proceso judicial comenzó después de que la Agencia Tributaria israelí descubriera en 2017 que la embotelladora había eludido pagos fiscales a través de un método que transfería regalías a una fábrica en Irlanda, lo que derivó en una evaluación fiscal por parte de las autoridades. Durante años, la empresa se opuso a las resoluciones fiscales argumentando que sus pagos no deberían considerarse como regalías.

Acuerdos entre Coca-Cola y la embotelladora israelí bajo escrutinio fiscal

El caso surgió a raíz de los contratos exclusivos entre Coca-Cola y su embotelladora israelí. La disputa radicaba en la clasificación de los pagos realizados por la Central Bottling Co. en el marco de los acuerdos de embotellado. A pesar de que los contratos no mencionaban explícitamente el pago de regalías, la Autoridad Tributaria determinó que algunos de estos pagos correspondían a licencias para utilizar las marcas y la propiedad intelectual de Coca-Cola, lo que obligaba a su retención en origen.

El tribunal aceptó la interpretación de la autoridad fiscal, que consideraba los pagos como contraprestaciones por el uso de derechos comerciales y, por tanto, sujetos a impuestos en Israel. Desde 1968, la embotelladora tiene derechos exclusivos de distribución de Coca-Cola en Israel, un acuerdo que incluye la compra de extractos a proveedores autorizados y la fabricación local de las bebidas bajo estrictas normas internacionales.

Sin embargo, la Autoridad Fiscal detectó que algunos pagos eran transferidos a una filial irlandesa sin justificación contractual, lo que encendió las alarmas fiscales. El tribunal dictaminó que la comercialización de Coca-Cola en Israel conllevaba el uso de un activo económico valioso, por lo que era legítimo exigir el pago de impuestos sobre las regalías por este uso.

El juez determina la obligación de Coca-Cola Israel de pagar impuestos por regalías

El juez Magen Altuvia rechazó los argumentos de Coca-Cola Israel, que sostenía haber comprado un “producto terminado” a la empresa matriz, por lo que no correspondía el pago de regalías. Según la sentencia, aunque el modelo operativo de Coca-Cola en Israel incluye la compra de extractos para embotellar y distribuir las bebidas, esto no exime a la empresa del pago de regalías por el uso de la reputación y las marcas de la multinacional.

En su fallo, el juez destacó que la producción local de bebidas basadas en los extractos proporcionados por Coca-Cola no altera el hecho de que el uso de su marca registrada es un activo económico considerable, sujeto al pago de regalías. Este modelo de operación ha sido utilizado por Coca-Cola en más de 200 países a lo largo de más de 120 años, por lo que la sentencia tiene importantes implicaciones para la fiscalidad de la compañía en Israel.

El tribunal también desestimó el argumento de la empresa israelí sobre la posición previa de la Autoridad Tributaria, que durante años no había exigido el pago de impuestos sobre estas regalías. La embotelladora ahora deberá hacer frente a una significativa carga impositiva, mientras que prepara su apelación ante la Corte Suprema.

Apelación a la Corte Suprema tras la primera sentencia de la disputa fiscal

La Central Bottling Co. ha anunciado que llevará el caso ante la Corte Suprema, argumentando que la decisión del tribunal viola principios de certeza fiscal y es arbitraria. La empresa asegura que la fiscalización de las regalías ya había sido evaluada y aceptada por las autoridades tributarias en el pasado, lo que refuerza su posición de que el cambio de criterio no está justificado.

La compañía argumenta que su modelo de operación está alineado con prácticas globales de Coca-Cola, y no está orientado a la evasión de impuestos, sino a la eficiencia operativa. Según ellos, comprar extractos en lugar de productos terminados reduce costos logísticos y hace más viable la venta de bebidas en Israel.

Sin embargo, la sentencia ha sentado un precedente importante, ya que implica que las empresas locales que comercializan productos bajo marcas internacionales en Israel deben pagar impuestos sobre las regalías, lo que podría afectar a otras multinacionales operando en el país bajo acuerdos similares.

La Autoridad Tributaria celebra una victoria significativa en la fiscalización

El fallo del Tribunal de Tel Aviv marca una victoria importante para la Autoridad Tributaria israelí, que había estado investigando las operaciones de Coca-Cola Israel desde 2017. La decisión de exigir el pago de impuestos sobre las regalías podría influir en futuros litigios fiscales y sentar un precedente para otras empresas internacionales que operan bajo acuerdos similares.

La sentencia, aunque aún puede ser apelada, podría llevar a una mayor fiscalización sobre las operaciones de multinacionales en Israel, especialmente aquellas que manejan contratos de licencia y uso de marcas internacionales. Las consecuencias financieras para Coca-Cola Israel son significativas, y podrían aumentar si la Corte Suprema confirma la sentencia.

Este caso ha puesto de relieve las complejidades fiscales que surgen cuando se manejan acuerdos de licencias y marcas registradas entre empresas internacionales y sus filiales locales, y cómo estos contratos pueden ser sujetos a interpretaciones fiscales que afectan el pago de impuestos.

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