El primer ministro británico, Keir Starmer, se ha comprometido este jueves a reformar el Servicio Nacional de Salud (NHS, en sus siglas en inglés) tras años de políticas de austeridad y de malas decisiones por parte de los anteriores gobiernos conservadores. Un plan que pretende implementar en los próximos 10 años y que incluye medidas para aliviar la enorme carga de trabajo de los profesionales sanitarios y reducir las largas listas de espera. El anuncio de Starmer se ha producido horas después de la publicación de un informe que apunta a que la situación crítica de la sanidad pública ha provocado 14.000 muertes al año y ha frenado los diagnósticos de enfermedades como el cáncer. «Es algo imperdonable, la gente tiene derecho a estar enfadada», ha asegurado Starmer. 

Fuente