Por la mañana de ayer, segundo día del pleno, había amainado el chaparrón de ataques y descalificaciones del Gobierno central y el PSOE contra el acuerdo sobre la redistribución de menores cerrado entre el PP y el Gobierno autonómico. Entre otras enormidades, por ejemplo, el ministro Ángel Víctor Torres había proclamado que Coalición Canaria estaba comprándole ultraderechismo al PP. ¿Qué contenido ultraderechista puede detectarse en el texto del acuerdo? Más bien ninguno, pero todo eso da más o menos igual. Lo importante (para el PSOE) es seguir expandiendo tinta de calamar y reconstruyendo día a día el relato, hasta llegar al absurdo: solo los socialistas quieren redistribuir y cuidar amorosamente a los menores y el PP es quien lo impide y como Fernando Clavijo milita en el PP prefiere seguir gestionando a casi 6.000 menores de edad y pagándolo todo. En cierto sentido es admirable la jerola granítica que se gasta esta gente. Claro que en otro sentido dan vergüenza ajena, simplemente. Por supuesto, nadie del grupo parlamentario socialista en el Congreso, nadie de la Secretaria de Organización del PSOE, nadie del Palacio de La Moncloa, llamó ayer al Gobierno autonómico. A eso lo llaman los socialistas «seguir negociando». Lo único que ha trascendido es que la ministra de Infancia y Juventud, convocará «en breve» a la Conferencia Sectorial para explicar su plan sobre los recursos de acogida autonómicos. Puede ser mañana. O el próximo mes. O al cabo de mes y medio. Las cosas de palacio van despacio.

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