«Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma». Así de lacónicos fueron sus hijos Keiko y Kenji en la noche limeña, al anunciar la muerte del exautócrata. Tenía 86 años. Es muy difícil que la historia de Perú le asigne el lugar que ellos esperan. «Gracias por tanto papá!», expresaron no obstante a través de la red social X. La misma gratitud partió de los dirigentes de la derechista Fuerza Popular que lo consideraban una figura providencial.

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