Otra vez, España ha sido testigo de una jornada ‘negra’. En menos de 24 horas, han salido a la luz los presuntos asesinatos de dos mujeres. Raquel B.L., que ha sido encontrada fallecida en su casa de Madrid con signos de haber ingerido una sobredosis de fármacos, en una especie de zulo insonorizado, al lado de un altar Haré Krishna. Y Yanely González, de 31 años, de origen peruano, que ha fallecido en Bilbao a causa de las heridas provocadas por un arma blanca.
El primer caso está en investigación, aunque la pareja está detenida como presunto autor, y el segundo ha sido confirmado por la Delegación del Gobierno como asesinato por violencia de género. Si las pesquisas determinan que la pareja de Raquel también es culpable de su muerte, el número de víctimas mortales por violencia de género en 2024 ascendería 36, lo que supone ocho menos que en 2023 a estas alturas, pero seis más que en 2022. Si, por el contrario, su muerte es accidental o un suicidio, serían 35.
La estadística sobre feminicidios está llena de dientes de sierra, sin que muestre tendencias claras en los últimos años, aunque desde que se aprobó la ley contra la violencia machista, que trajo consigo los jugados especializados y la puesta en marcha de decenas de recursos de ayuda para las víctimas, hace 20 años, sí hay una reducción clara de en torno al 30%.
Verano trágico
Las dos nuevas muertes llegan después de otro verano trágico. En julio fallecieron ocho mujeres, lo que supone uno de los peores registros de la estadística y en agosto otras cinco. En lo que llevamos de septiembre, de confirmarse estos dos casos como violencia de género, cuatro más, entre ellas Lorena Terrés, un caso paradigmático porque fue víctima de cuatro parejas sucesivas y su asesino había sido denunciado por ella varias veces, había ingresado en prisión provisional y había tenido órdenes de alejamiento pero cuando acabó con la vida de Lorena, no había ninguna medida de protección en vigor.
También fue muy llamativo el doble asesinato llevado a cabo por el exnúmero 2 de la Policía Nacional en Cataluña, Juan Fortuny de Pedro, el pasado 20 de agosto. Mató el mismo día a su pareja actual y a su exnovia, en Rubí y Castellbisbal, con pocas horas de diferencia, lo que supone un caso insólito y del que no se conocen precedentes.
Las medidas
Ni los expertos aciertan a explicar ni por qué este año se están produciendo tantos asesinatos machistas en la comunidad y ni por qué muchos de los agresores se ensañan con los niños.
Para buscar una explicación y determinar si la violencia vicaria se trata de un fenómeno nuevo, el pasado lunes se celebró el décimo comité de crisis, órgano que se reúne desde 2022 cada vez que un mes se superan los cinco asesinatos. En este contexto, la Ministra de Igualdad, Ana Redondo, anunció que en la renovación del pacto de Estado contra la violencia machista, en el que están trabajando todas las fuerzas políticas excepto Vox, se incluirán medidas específicas para prevenir la violencia en los meses de verano, periodo en el que tradicionalmente se recrudece.