La sanidad pública sigue haciendo aguas en el Principado de Asturias. Cada vez son más las plantillas que no cuentan con el personal suficiente, teniendo que hacer enormes esfuerzos para cumplir con los servicios. A día de hoy, existe un déficit de 360 médicos y, además, se prevé la jubilación de 150 profesionales. Aunque son muchos los que están retrasando ese retiro para evitar males mayores en el sistema.
La situación no tiene fácil solución. ¿Dónde puede estar la clave? En los residentes MIR que terminan ahora su etapa de formación. José Antonio Vidal, secretario general del sindicato médico, ha insistido en que «se necesita imperiosamente convencer a todos los residentes que terminan de que se queden en esta comunidad, donde se han formado». Ha señalado que, aunque todos decidieran quedarse, «se cubrirían un 30% de las necesidades en la parte hospitalaria y un 60% de la primaria».
Vidal ha recalcado que la situación actual afecta directamente al paciente, en forma de largas listas de espera. «Sabemos que hay 22.000 personas pendientes de una consulta dermatológica y unas 17.000 que esperan atención psiquiátrica. Si no tienes facultativos, tienes listas cada vez mayores», ha apuntado.
expectativas frustradas
Muchos de los residentes MIR que terminan ahora su formación no están recibiendo ofertas para continuar en Asturias. Una lentitud que permite que otras comunidades se anticipen a la administración asturiana y capten a estos facultativos. Alba Pérez, presidenta de la Comisión de Residentes, ha asegurado que «esperan menos incertidumbre». En el sindicato están convencidos de que, si se cumpliesen esas expectativas, el 85% se quedaría en Asturias.