La decisión este miércoles del Congreso de los Diputados español de reconocer a Edmundo González Urrutia como presidente electo surgido de los comicios del 28 de julio provocó previsiblemente reacciones encontradas en el país sudamericano. El Gobierno rechazó de plano ese pronunciamiento, mientras la oposición lo consideró un triunfo político.
«Hoy hemos obtenido otra gran victoria más. ¡Avanzamos! Los venezolanos agradecemos a cada uno de los diputados de los distintos partidos que votaron a favor de la soberanía popular, la democracia, la verdad y la libertad», dijo María Corina Machado, la líder del antimadurismo quien, tras la decisión de González Urrutia de partir al exilio, asumió la completa conducción del espacio que busca desplazar a Nicolás Maduro del Palacio de Miraflores.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, dijo desde China que no iba a acompañar la posición de la legislatura promovida por el PP, aunque si prometió continuar la mediación de España en la Unión Europea para buscar una salida democrática a la crisis venezolana.
«España no tiene nada que decir de los asuntos internos de Venezuela», señaló por su parte el ministro del Interior y Justicia, Diosdado Cabello, cuya llegada al gabinete de Maduro está asociada con las presiones estatales que arrinconaron al candidato presidencial de la Plataforma de Unidad Democrática (PUD), obligándolo a abandonar el país.
«Nuestro país es independiente y hace más de 300 años dejó de ser colonia», remarcó Cabello durante un foro regional contra el fascismo que cuenta con la presencia de aliados incondicionales del Palacio de Miraflores. «Nos creen colonias y ellos se creen imperio. De aquí los echamos hace 300 años y los vamos a volver a echar cada vez que intenten meterse en Venezuela, a ellos y a cualquier imperialista«.
Cabello sostuvo además que la existencia de las oenegés en Venezuela no está disociada de las presiones internacionales que apuntan contra Maduro. «¿Cómo se financia el fascismo? Por una cosa que llamamos las oenegés, porque dependen del Gobierno de los Estados Unidos o de los Gobiernos de la Unión Europea. Las oeneges atacan, persiguen, dan golpes de Estado. Sus métodos son capaces de convertir a victimarios en víctimas», afirmó aunque sin presentar pruebas de esos señalamientos».
Pedido a Lula
En este contexto, familiares de presos políticos y organizaciones defensoras de derechos humanos reclamaron en Caracas este miércoles frente a la embajada de Brasil que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva se involucre en la liberación de las personas detenidas especialmente tras la represión de las protestas contra los resultados oficiales de las elecciones que le dieron la victoria a Maduro.»Deben interceder porque todas estas personas son inocentes, aquí no tenemos asesinos, violadores ni ladrones. Aquí tenemos presos políticos por un empeño, por un interés, y no sé cuál, de minimizar la expresión y los derechos que nos da la Constitución de tener libre pensamiento y albedrío», dijo Sol Ocariz, cuyo hermano Edward, dirigente de Primero Justicia ha sido imputado de los delitos de terrorismo, incitación al odio y escándalo en la vía pública. Lula, junto con su colega colombiano Gustavo Petro, han tratado sin suerte de mediar en la crisis política derivada de las elecciones del 28 de julio.