Luis Carrión podrá contar por primera vez en la temporada con Dario Essugo, el último jugador en ser anunciado por la UD Las Palmas como fichaje este verano, en concreto a poca más de dos horas para el cierre del mercado. El portugués, cedido por el vigente campeón de Portugal, el Sporting, y que jugará con ficha del filial –tiene 19 y, por tanto, es sub 23–, podría debutar el domingo (17.30 horas) en el choque ante el Athletic Club de Bilbao en el Estadio de Gran Canaria, seguramente como suplente. En cualquier caso, se trata de una figura que, sin ser el mediocentro posicional puro que pedía el técnico, deberá ejercer como tal en la búsqueda del equilibrio del equipo.
Desconocido para la gran mayoría, pues apenas ha jugado 26 partidos en la liga portuguesa –14 de ellos con el Chaves en la última mitad del curso pasado– desde que debutara en marzo de 2021 con el cuadro lisboeta, Essugo habrá de someterse al examen que supone dar el salto a la liga española, en la que espera poder destacar para avanzar en su carrera.
Lo que sí se sabe es que el futbolista nacido en Angola, antigua colonia de Portugal, no era la primera opción que tenía la dirección deportiva para la posición de mediocentro, sino al menos la cuarta, pero las anteriores sea le cayeron por unas razones u otras.
La prioridad era Sergio Ruiz, pero el Granada se remitió siempre a la cláusula de 5 millones de euros porque no necesitaba vender. Pese a que la UD confiaba en que el club nazarí finalmente rebajara sus pretensiones, no lo hizo, por lo que Las Palmas llegó a abandonar incluso la búsqueda de un mediocentro, tal y como confirmó el propio Miguel Ángel Ramírez en una de sus comparecencias previas al inicio del campeonato.
Sin embargo, tras la disputa de las dos primeras jornadas ante el Sevilla (2-2) y el Leganés (2-1) tanto Carrión como Helguera llegaron a la conclusión de que había que reforzar la zona, pues el equipo había notado la falta de un jugador que guardara la posición con el objetivo de minimizar los efectos de las transiciones de los rivales.
De Pickel a Dendoncker
Por eso la dirección deportiva retomó la búsqueda y encontró a Charles Pickel, un suizo con origen en la República Democrática del Congo con el que llegó a un acuerdo, pero el Cremonese, con el que también había pactado su cesión, cambió las condiciones en el último momento, a dos días del cierre del mercado.
Fue entonces cuando la UD llamó a la puerta del Aston Villa para tratar de incorporar a Leander Dendoncker, con más caché y carrera, pero el mediocentro belga decidió en el último día de plazo marcharse al Anderlecht, el club que le había catapultado en su día hacia la Premier League, porque le pagaba más.
Medida de urgencia
Ante ese panorama, la UD, en urgencia máxima, debía ir a por un jugador sub 23 porque a esa horas ya era consciente de que no iba a poder sacar a Valles –si Dendoncker hubiera elegido la UD el candidato para abandonar la plantilla y hacer hueco era Sinkgraven–, al igual que sucedió con Fabio Silva, que también lucirá un dorsal superior al 25.
Como quiera que la expedición de la UD debía viajar al día siguiente a Vitoria para medirse con el Alavés, y Essugo y Silva estaban convocados por la sub 21 de Portugal, ninguno de los dos viajó a la Isla, donde finalmente serán presentados el jueves tarde, el mediocentro detrás del delantero, cuando hayan participado ya en el primer entrenamiento junto al resto de sus nuevos compañeros por la mañana.
Es más que probable que, toda vez que habrán completado sólo tres entrenamientos antes de la cita frente al Athletic Club, que ninguno de los dos salga de inicio, pero Carrión no tardará en darles una oportunidad. En el caso del centrocampista, además, se trata de una cuestión que considera urgente para el despegue de la UD.
Porque Carrión siempre quiso, desde el primer momento en que llegó, un ‘6’ posicional como podía ser Nuke Mfulu, a quien el técnico consideraba apto para formar parte de la plantilla, pero la dirección deportiva no contaba con él y le rescindió. Ni Sergio Ruiz ni Pickel, si bien podían actuar en esa posición, tenían un perfil claro de pivote defensivo. Sí lo tenían Dendoncker, pero se cayó, y finalmente llegó una especie de híbrido, porque si bien Essugo puede ser considerado defensivo, también le gusta arrancar hacia arriba.
Cabe destacar que el Sporting de Portugal de Rúben Amorim juega con un doble pivote en el centro del campo en un sistema 3-4-3. Carrión, por su parte, introdujo dos mediocentros y un mediapunta en los partidos ante el Sevilla y el Leganés, sin embargo, frente al Real Madrid y el Alavés puso un mediocentro y dos interiores. Está por ver si la vuelta al 4-3-3 –o 4-1-4-1, según se mire– fue sólo un recurso o una idea fija.
En busca de dar con la tecla
Sea como fuere, el técnico, con prácticamente un mismo grupo de jugadores, ha cambiado el dibujo sin dar todavía con la tecla. En la jornada inaugural Kirian y Loiodice jugaron en el doble pivote y Javi Muñoz en la mediapunta; en Butarque, los mediocentros fueron Kirian y Javi Muñoz y el mediapunta Moleiro; y en los dos últimos encuentros, Campaña fue el pivote y Kirian y Javi Muñoz los interiores. Ninguno de ellos es un ‘6’ puro –tampoco Fabio, que si bien ha actuado ahí en los últimos años, no tiene esa naturaleza–.
Sí lo es algo más Essugo, aunque no del todo. Entre sus virtudes, vistas a través de vídeos –como hicieron los que le ficharon–, está el desplazamiento del balón en largo, la capacidad para superar líneas mediante la conducción y, también, la fuerza y el posicionamiento adecuados para robar. Esta última es la que más busca Carrión para su equipo.
Habrán transcurrido dos semanas desde la última derrota cuando la UD se mida con el Athletic Club, rival a priori nada propicio para el despegue pero que tampoco asusta. Los empates ante el Sevilla y el Real Madrid en Siete Palmas avalan al equipo en casa; fuera, sin embargo, ha caído frente a dos rivales directos en la lucha por la permanencia. A la tarea de la mejora se suman dos nuevos efectivos, Fabio Silva y Essugo, este último, para el equilibrio.