Se prevé que Taiwán incremente su presupuesto de defensa hasta alcanzar los 23.400 millones de dólares (equivalentes a 752.500 millones de dólares taiwaneses) para el año 2029, como respuesta a la intensificación de la presión militar ejercida por China.

Este incremento forma parte de un esfuerzo mayor por modernizar las capacidades militares del país y prepararse para una posible agresión externa.

El 29 de agosto de 2024, el Ministerio de Defensa Nacional de China reafirmó su postura de que Taiwán es parte de su territorio. China continúa presionando militarmente con pruebas de misiles y el despliegue de aeronaves y buques de guerra cerca de las fronteras taiwanesas. En reacción a estas acciones, Taiwán se está concentrando en desarrollar una fuerza armada preparada para defenderse en caso de un enfrentamiento.

Un informe de GlobalData titulado “Tamaño del mercado de defensa de Taiwán, tendencias, asignación presupuestaria, regulaciones, adquisiciones, panorama competitivo y pronóstico hasta 2029” muestra que el presupuesto de defensa de Taiwán, incluidos presupuestos adicionales, pasó de 12.000 millones de dólares en 2020 a 19.400 millones en 2024. Esto representa una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 12,7%, impulsada por la necesidad de financiar programas clave de adquisición de armamento.

El informe señala que, entre 2020 y 2024, el gasto acumulado en defensa del país fue de 79.500 millones de dólares, de los cuales 10.500 millones se destinaron a programas de adquisiciones. Estos fondos permitieron la compra de activos militares importantes como submarinos de la clase Hai Kun, aviones F-16V y fragatas ligeras de 2.500 toneladas.

La estrategia defensiva de Taiwán está evolucionando hacia un enfoque en la guerra asimétrica, también conocida como la “doctrina del puercoespín”, que se basa en el uso de inteligencia, reconocimiento y las ventajas geográficas para repeler una posible agresión china.

“Para desarrollar su arsenal y su flota militar, Taiwán depende de la ayuda de Estados Unidos para obtener tecnologías de defensa avanzadas”, comentó Akash Pratim Debbarma, analista de defensa y aeroespacial de GlobalData.

Debbarma añadió: “La actual adquisición del Sistema de Defensa Costera RGM-84L-4 Harpoon Block-II y la planificada compra del Sistema Nacional Avanzado de Misiles Tierra-Aire (NASAMS) de Estados Unidos ayudarán a proteger la costa taiwanesa y establecer un sistema de disuasión de largo alcance y multidominio frente a China”.

La planificación de defensa de Taiwán también incluye la incorporación de sistemas avanzados de alerta temprana y armamento sofisticado, además de una fuerza de reserva lista para ser movilizada, lo que destaca su enfoque en una postura defensiva fuerte en medio de crecientes tensiones regionales.

A futuro, Taiwán probablemente buscará desarrollar más soluciones de defensa locales, en parte porque percibe que Estados Unidos ha reducido su enfoque en Asia, dado que la guerra en Ucrania ha reorientado su atención hacia Europa.

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