Duele en el alma ver la fotografía que colgó en sus redes sociales Marc Bernal, en la cama, con la pierna bloqueada tras una operación que le obligará a estar un año de baja. Una temporada es mucho tiempo, y más para un jugador de 17 años como el canterano. El problema es que no es el primer jugador de una edad parecida que sufre un traspié que frena su proyección sino que incluso, como ha ocurrido en algunos casos, puede poner en riesgo su carrera deportiva. El Barça debe mirarse en el ombligo para darse cuenta que algo hace mal y que esta dinámica solo puede poner en peligro una generación de juagdores excepcionales. Cayó primero Ansu, luego Gavi y ahora Bernal, todos ellos con lesiones de máxima gravedad.
Particulares
A Ansu le está costando mucho volver a coger la chispa que tenía y vive un proceso demasiado largo y penoso para un jugador de tanto talento. El Barça podía tener en él un diamante, pero se le está escapando. Esperemos que, ahora que está de regreso a los entrenamientos con el primer equipo sea el regreso definitivo y el Barça le sume a la causa.
Gavi, puntal con el Barça y la selección, también está en pleno proceso de recuperación tras una operación de una lesión que llegó en un partido de la Roja. Chocó contra un rival, le pusieron reflex y al cabo de tres minutos cayó al suelo. Lesión y al quirófano. A Bernal le pasó algo similar, tras un choque contra un rival. Estos chicos no están formados físicamente como para aguantar las continuas andanadas de rivales mucho más maduros, más hechos. Y en un choque, tienen todas las de perder.
Tampoco, con 17 años, pueden entrenar como uno más. Antes chocaban y entrenaban contra chicos de su edad y ahora con gente con 10 años más. Es algo a tener en cuenta y, en el caso que lo consideren adecuado, cambiar alguna dinámica para que no sea el jugador el que acaba perdiendo. Estar tanto tiempo parado es un handicap grande. Lo fue para Ansu y esperemos que Gavi y Bernal tengan una recuperación más fructífera.