Once personas han muerto y hay nueve desaparecidas por las lluvias torrenciales que han descargado en el sur de Marruecos estos últimos dos días, según el balance provisional del Ministerio de Interior. Unas fuertes precipitaciones que también han dejado dos fallecidos en Argelia, según la prensa local. Actualmente, los equipos de emergencia trabajan a contrarreloj en ambos países para llegar a los puntos más afectados, activar los equipos de rescate y dar cobijo a las decenas de familias que han perdido sus casas.
Las precipitaciones han inundado muchas zonas dónde hacía años que la lluvia se había vuelto algo extraordinario y la sequía es una de las principales amenazas. Uno de los puntos más afectados es la provincia de Tata dónde han caído 250mm de lluvia en 48 horas, lo que equivale a la mitad de las precipitaciones anuales de la región, según las autoridades marroquíes. “Todas las partes implicadas están trabajando intensamente para abrir las zonas afectadas y garantizar que las redes de carreteras, de suministro eléctrico y de agua potable, así como los servicios de telecomunicaciones, vuelvan a estar en servicio”, ha explicado este domingo por la tarde el portavoz del ministerio de Interior marroquí.
En Marruecos, siete muertos se han registrado en la provincia de Tata, dos en la provincia de Tiznit y otras dos víctimas, entre ellas un extranjero, en la provincia de Errachidia, según el primer balance. En Argelia, las víctimas son de la provincia de Tamanrasset, al sur del país. Toda esta región desértica estaba en aviso por fuertes lluvias este sábado y domingo. También ha provocado importantes daños materiales: según ha informado Rabat, 93 tramos de carretera se han visto afectados y por ahora se han podido reabrir la mitad. Unas 40 casas también se han derrumbado.
Poblaciones aísladas
La lluvia ha dejado imágenes insólitas, como las dunas del desierto de Merzouga, con grandes lagunas de agua o ríos que habitualmente están completamente secos, llenos hasta arriba. “Ahora mismo las carreteras están cortadas por las inundaciones”, explica un vecino de la región por teléfono. También relata que muchos campamentos turísticos se han visto afectados, pero sin daños importantes ni víctimas. “Las autoridades han pedido a la gente que no se mueva y se han ofrecido habitaciones gratuitas para los visitantes que se han quedado sin poder salir de la región”, relata. Otra persona que vive en esta zona desértica, explica que “hace muchos años que no vemos algo parecido”.
Estas inundaciones coinciden con el primer año del terremoto que golpeó la región de Al Haouz, a 60 km de Marrakech. Hubo cerca de 3.000 muertos y casi medio millón de personas afectadas. Muchas de ellas viven todavía en tiendas de campaña a la espera de poder reconstruir sus casas, una de las grandes preocupaciones es la lluvia y las tormentas. Precisamente, en la zona de Tarudant, afectada por el seísmo, es uno de los puntos dónde los equipos de emergencia están buscando a personas desaparecidas.