‘C’est fini’. París despidió los Juegos Paralímpicos bajo la intensa lluvia que fue protagonista de inicio a fin en el Stade de France. Con la música nuevamente como la gran protagonista, la capital francesa dio el adiós definitivo a un año de ensueño, con la tranquilidad de haber concluido un trabajo magnífico.
La bandera paralímpica ya ondea a manos de Los Ángeles, que coge el relevo con la presión de intentar igualar el ejemplo que París ha dado en la inclusión y la integración de la discapacidad entre su sociedad, rompiendo todas las barreras y cumpliendo el objetivo de iniciar la llamada «revolución paralímpica».
«París 2024 ha establecido un punto de referencia para todos los Juegos Paralímpicos futuros» aseguró Andrew Parsons, el presidente del Comité Paralímpico Internacional. La capital francesa ha llenado jornada tras jornada los estadios y sedes, haciendo olvidar cualquier barrera entre los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, siendo solo superado por Londres 2012 en número de entradas vendidas.
«Alegres e inolvidables, estos días donde se celebró el inicio de la revolución de la inclusión con una fiesta paralímpica aquí en París, junto con aficionados de todo el mundo» sentenció Parsons.
De la electrónica al rap
Con la música electrónica como hilo conductor, Los Ángeles tomó el relevó también al ritmo de la música. Hollywood, la gente, música, playa y el futuro del deporte fueron la bandera de la ciudad americana, con el futurismo como la gran arma a mostrar.
«Hago un llamamiento a los atletas paralímpicos de todo el mundo para que se reúnan nuevamente en Los Ángeles dentro de cuatro años, donde los Juegos Paralímpicos tendrán como objetivo transformar Estados Unidos, América» avisó el propio Parsons, avisando de la voluntad de llevar lo conseguido en París a un paso más.
En el Jardín de las Tullerías, el pebetero ascendió al cielo de París por última vez. En el vuelo, la llama se apagó dando por terminado el reinado francés.
Welcome Los Ángeles, que la revolución de la inclusión siga reinando en el futuro.