Once meses después del ataque de Hamás a Israel, dificultades legales retrasan el procesamiento de miles de sospechosos de terrorismo.

Israel enfrenta obstáculos legales para procesar sospechosos del 7 de octubre

Once meses después del ataque masivo de Hamás contra Israel el 7 de octubre, el sistema judicial israelí aún no ha iniciado el procesamiento de los miles de sospechosos de terrorismo arrestados durante la ofensiva. Un informe del diario Haaretz señala que la principal dificultad radica en la falta de pruebas sólidas contra muchos de los acusados, lo que complica llevarlos a juicio.

Otro obstáculo es la preocupación por los rehenes que siguen en manos de Hamás en Gaza. Las autoridades temen que iniciar los procesos judiciales pueda afectar negativamente las negociaciones para su liberación. Además, la sobrecarga en el sistema judicial y la falta de representación legal agravan la situación, ya que los defensores públicos se han negado a representar a los acusados.

Aunque las investigaciones sobre los sospechosos han avanzado, no hay claridad sobre cuándo comenzarán los juicios. Además, muchos han sido liberados tras los interrogatorios, ya que en algunos casos no hay pruebas suficientes que vinculen a los detenidos con los asesinatos y ataques específicos.

Falta de pruebas y representación complican los juicios contra terroristas

Algunas de las investigaciones han concluido, pero no se cuenta con la suficiente evidencia para condenar a muchos de los sospechosos más allá de toda duda razonable. Ante esta situación, se ha propuesto juzgar a los sospechosos por grupos, basándose en las ciudades donde actuaron. Sin embargo, esta medida podría ser anulada por la comunidad internacional y la Corte Internacional de Justicia por no ajustarse a las prácticas legales internacionales.

Una alternativa que se baraja es la de llevar a cabo los juicios en tribunales militares para aliviar la presión sobre el sistema judicial. No obstante, sigue sin resolverse el problema de la representación legal para los sospechosos, ya que los abogados israelíes se han negado a defenderlos. Una posible solución sería recurrir a abogados extranjeros, como ocurrió en el juicio de Adolf Eichmann en 1961.

Por otro lado, la situación de los rehenes en Gaza sigue siendo un factor clave en la toma de decisiones. Israel ha evitado hasta ahora tomar medidas que puedan poner en peligro su liberación o dificultar un posible acuerdo con Hamás.

Sospechosos detenidos enfrentan arresto administrativo y divisiones

Los miles de sospechosos capturados desde el ataque del 7 de octubre se encuentran principalmente en dos cárceles israelíes: Ofer y Ktziot. Estos prisioneros están divididos en dos categorías: aquellos que participaron activamente en los atentados y serán procesados como criminales, y otros bajo arresto administrativo como combatientes ilegales.

Israel ha puesto especial cuidado en respetar los derechos de los detenidos criminales para evitar acusaciones de juicio nulo. Sin embargo, la falta de pruebas claras ha obligado a las autoridades a transferir sospechosos entre los dos grupos, a medida que las investigaciones arrojan más datos o confirman la ausencia de evidencia.

Las críticas aumentan sobre la Fiscalía de Israel por la falta de acciones contra Yahya Sinwar, líder de Hamás, a quien Estados Unidos ha acusado formalmente tras el asesinato de rehenes. Sin embargo, las leyes israelíes no permiten acusar a individuos que no estén bajo arresto, lo que ha generado frustración en el país.

Israel evita iniciar procesos judiciales que puedan afectar liberación de rehenes

Israel no ha podido acusar a Yahya Sinwar, líder de Hamás, debido a que sus leyes impiden acusar a personas que no estén bajo arresto o disponibles para un juicio. A diferencia de Estados Unidos, que presentó una acusación contra Sinwar, Israel ha priorizado la captura de sospechosos para garantizar que los procedimientos legales sean válidos.

Aunque las Fuerzas de Defensa de Israel han rescatado a algunos rehenes, 97 personas siguen cautivas en Gaza, incluidos los cuerpos de 33 personas confirmadas como fallecidas. Durante las negociaciones, Hamás liberó a 105 civiles en noviembre, y las tropas israelíes lograron recuperar a otros ocho secuestrados con vida.

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