Desde que tomó la decisión de abandonar Honda, después de 11 años plagados de éxitos, Marc Márquez, de 31 años y ocho veces campeón del mundo de motociclismo, puso en marcha un plan que ha terminado siendo un rotundo éxito.
Todo, absolutamente todo lo que se propuso al iniciar esta nueva era, que parte de una recuperación física (casi) total (“uno jamás se recupera del todo, sobre todo, mentalmente de lesiones tan duras y difíciles”) y concluye con una sonora victoria, perdón, dos en el Gran Premio de Aragón, en Motorland, ante 55.679 fans, que se apasionaron y disfrutaron de su pilotaje de siempre.
Márquez quería sentirse, de nuevo, piloto y, sobre todo, piloto ganador. Ya lo es. Después, tener una comunión absoluta con su nueva moto, la vieja Ducati ‘Desmosedici’ del pasado año. Más tarde, agradecerle al equipo del desaparecido Fausto Gresini, ahora liderado por su viuda Nadia Padovani, que le esperase para poder formar parte de su escudería.
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Soñando con 2025
A continuación, conquistar el corazón y la cabeza del gurú de Ducati Corse, el creador de la ‘Desmo’, Gigi Dall’Igna, que, finalmente, lo prefirió, ‘in extremis’, al subcampeón del mundo Jorge Martín para pilotar la flamante Ducati-2025 el año que viene. Y, finalmente, volver a ganar, disfrutar de la victoria.
“Ahora solo queda alargar este buen momento, no cometer errores tontos y pelear, cada fin de semana, por el podio”, señaló ayer Márquez a El Periódico, tras otra (mini) remontada en la carrera al ‘sprint’ donde acabó quinto tras arrancar en novena posición, por una mala ‘quali’, cuando se fue al suelo a cuatro minutos del final cuando estaba haciendo un crono que podía haberle llevado a la primera fila, su lugar ideal.
«Estoy feliz. Recuperado fisicamente, adaptado a la Ducati, con buen ritmo y con posibilidades en cada carrera de pelear por el podio, pero he de evitar errores como el del sábado. La mejor manera de preparar el 2025 es acabar bien el 2024»
Márquez asegura que “la mejor manera para ser competitivo y optar al título el año que viene es hacer el mejor final de temporada posible, ahora”. No piensa en el título aunque, a falta de 284 puntos, se encuentre a 77 del líder, ‘Martinator’. “Un fin de semana como el de Aragón no cambia la tendencia de toda la temporada, en la que se demuestra que tanto Jorge como ‘Pecco’ están un paso por delante de nosotros”.
En ese preparar la próxima campaña, donde MM93 partirá entre los claros favoritos al título al estar en el mejor equipo del Mundial, protegido por la fábrica campeona y teniendo en sus manos, sin duda, la mejor moto, hay quien piensa que, mental y psicológicamente, Márquez ya está intentando influir en sus rivales, enviando signos de “he vuelto, vuelvo a ser el Marc del 2019”.
Plan intimidador
Es por ello que muchos piensan que convertido, de nuevo, en la gran estrella de la parrilla de MotoGP, protagonizando todo tipo de remontadas, siendo la atracción en todas las carreras, incluso saliendo noveno, Márquez está insinuando a sus rivales e, incluso, a la propia Ducati, que no sabe a quién se ha metido en casa, que el 2025 puede ser el año del noveno título del ‘nen de Cervera’.
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Es por ello que, a menudo, algunos periodistas, especialmente españoles e italianos, suelen insinuarle al campeonísimo catalán la posibilidad de que determinados gestos, frases o maniobras formen plan de esa estrategia intimidadora, de cara al 2025, que muchos creen que Marc tiene en su mente.
Marc Márquez, piloto del Gresini Racing Team Ducati. / ALEJANDRO CERESUELA
Por ejemplo, ayer, sin ir más lejos, muchos consideraron que la forma tan bárbara y determinante de adelantar a Pedro Acosta, en la última vuelta de la carrera al ‘sprint’, superándole a 257 kms/h., formó parte de esa intimidación. Superar a Acosta de esa manera ¿fue una forma de enviarle un mensaje de cara al futuro?, le preguntaron. “Por favor, no, no, ni hablar, no estamos en esa tesitura. Los mensajes los están mandando los de arriba, los que mandan, los líderes del Mundial, los que están, cada fin de semana, liderando los entrenamientos y, sobre todo, las carreras. Yo, simplemente, estoy haciendo mi camino”.
Márquez reconoció que, una vez se siente cómodo y puede divertirse sobre la moto, lo demás fluye solo. “No estoy pensando en esas cosas. Estos adelantamientos forman parte de mi recuperación, de mi regreso. No importa mucho sumar uno o dos puntos más al final de la carrera. Una cosa sí tengo clara: si puedo adelantar al piloto que tengo delante, lo intentaré siempre. Mi pilotaje ha sido siempre ambicioso”.
Márquez arrancó noveno y acabó quinto, en solo 13 vueltas. Tardó dos vueltas en superar a Marco Bezzecchi; cuatro vuelta en adelantar a Jack Miller (“me costó un montón y perdí mucho tiempo”), dos giros en colocarse por delante de Brad Binder (“ese sí fue un adelantamiento guapo, guapo”) y, finalmente, en la última vuelta, al ‘tiburón de Mazarrón’.
“Pedro se despistó en una curva, se fue un poquito largo y no dudé, ni un segundo, en meterle la moto en una zona rapidísima, pues, sí, iba a 257 kms/h., que es una velocidad muy alta para adelantar”, contó Marc. “En el caso de Brad (Binder), el adelantamiento tuvo mucho más mérito, me gustó más, porque Brad no cometió ningún error”.
«¿Qué si mi adelantamiento a Pedro (Acosta) fue un mensaje para el futuro?, por favor, no estoy en esa tesitura. Soy un piloto ambicioso y, aunque salga noveno, si puedo llegar delante, lo intento siempre. Pedro se ha despistado en una curva y yo he podido meter la moto. Punto»
Márquez bromeó con la posibilidad de liarla en el momento de superar al piloto surafricano de KTM. “Brad es muy duro de adelantar, mucho. Cuando le he metido la moto, he pensado ‘¡uf!, ojo que de aquí puedes ir a Dirección de Carrera!’, pero, afortunadamente, he podido dominar la Ducati y salvar el adelantamiento. Es verdad que él, como ya estaba por el exterior, tenía las de perder y no se ha resistido, lo que le agradezco”.
Evitar errores
Cuando Márquez dice ‘ir a Dirección de Carrera’ significa haber provocado una caída y tener que ir a dar explicaciones a los comisarios de carrera, que analizar todos los incidentes serios antes de decidir o no una sanción. “Tenía la situación controlada, pero el pensamiento te suele venir a la cabeza, sí”.
Sobre su momento actual, MM93 se siente muy orgulloso del trabajo realizado a lo largo de todos estos meses. “El punto importante es que la velocidad está. Me siento cómodo sobre la moto y estamos, casi, en un ritmo parecido a los de delante, a los oficiales de Ducati, pero los pequeños errores, como la caída en la ‘quali’ de este sábado, son los que debo evitar de aquí a final de año. Ocurrirán, pero hay que evitarlos”.
