En el marco de la promesa del ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, de utilizar tecnología avanzada para luchar contra el “dinero negro”, un grupo de empresarios y ex altos funcionarios gubernamentales ha propuesto un plan radical y novedoso.

La propuesta sugiere eliminar por completo el billete de 200 NIS, el de mayor denominación en Israel, debido a que grandes cantidades de capital no declarado se acumulan en estos billetes. Aunque algunas proyecciones del plan parecen optimistas, podría representar una importante fuente de ingresos para el Estado en un momento crítico.

El plan incluye tres acciones principales para combatir el capital no gravado, con el potencial de generar hasta 22.000 millones de NIS para las arcas del Estado. De acuerdo con el Banco de Israel, el 80% del valor de los billetes está en manos del público, lo que revela una tendencia alarmante en la acumulación de efectivo, en lugar de su uso para transacciones.

Aunque actualmente la mayoría de las operaciones financieras se realizan sin recurrir a grandes cantidades de efectivo, el dinero en metálico continúa siendo una forma preferida para acumular capital, muchas veces con el propósito de evadir impuestos.

Un estudio del Banco Central Europeo basado en datos de 2008 muestra que solo un tercio de los billetes en circulación se utilizaba para pagos reales, mientras que el resto servía como una reserva de valor.

El éxito de esta propuesta aún es incierto. Presentada recientemente ante altos funcionarios del Ministerio de Finanzas, el Banco de Israel y la Oficina del primer ministro, se alinea con los objetivos a largo plazo de la Autoridad Tributaria de Israel, que busca reducir el uso del efectivo y mejorar el reporte de transacciones importantes.

En paralelo, esta semana, gracias al programa Facturas de Israel, se detuvo a un individuo por emitir facturas ficticias por valor de 135 millones de NIS, eludiendo el pago de 20 millones de NIS en impuestos.

Descubriendo la evasión fiscal

Adam Reuter, presidente de Hisunim Finance, quien firmó la propuesta junto con varias figuras destacadas, como el exjefe de la División de Guerra Económica del Mossad, Dr. Udi Levi, y otros expertos, señaló: “La mayor parte del capital negro se esconde detrás de estos billetes”.

Aunque no todo el dinero en billetes de 200 NIS está relacionado con evasión fiscal, una parte significativa podría estarlo. Según Reuter, en un país con una infraestructura bancaria moderna, no tiene sentido que un empresario conserve grandes cantidades de efectivo, ya que aumenta el riesgo de ser robado.

La ingeniera y empresaria Nurit Zeevi agregó que la mayoría del efectivo no se destina a compras, sino a la acumulación de capital y evasión fiscal. Eventualmente, ese dinero se utiliza en la compra de bienes importantes, como vehículos o propiedades.

Por esta razón, proponen eliminar los billetes de 200 NIS, permitiendo que el Banco de Israel anuncie su retiro como moneda de curso legal. Las personas tendrían que cambiar esos billetes o depositarlos en sus cuentas bancarias. Este proceso, según los proponentes, permitiría exponer a los evasores fiscales y obligarlos a pagar lo que deben al Estado o perder ese dinero.

Además, se propone un plazo corto para el canje o depósito de los billetes, con el objetivo de presionar a los tenedores de grandes cantidades de efectivo a unirse al programa de divulgación voluntaria de la Autoridad Tributaria, evitando así la pérdida de sus fondos.

La declaración voluntaria sería el siguiente paso. Aquellos con grandes sumas de efectivo podrían depositarlo sin enfrentar cargos penales, siempre y cuando paguen un impuesto reducido. Según Reuter, esta medida obligaría a quienes han eludido el pago de impuestos hasta ahora a regularizar su situación y cumplir con las obligaciones fiscales.

Evaluaciones optimistas

El documento destaca que las iniciativas de divulgación voluntaria han demostrado reducir la reincidencia de evasión fiscal. A largo plazo, se prevé que se endurezcan las condiciones para la divulgación, hasta eliminar completamente el billete de 200 NIS. Con esto, se estima que el 75% del capital negro que circula en estos billetes podría recuperarse.

Sin embargo, esta previsión podría ser demasiado optimista. Existen otras formas de acumular capital, y aunque la eliminación del billete de 200 NIS genere un impacto inicial, los evasores podrían recurrir a otras alternativas.

A largo plazo, el objetivo es convertir a Israel en un “país sin dinero en efectivo”, dificultando la evasión de impuestos. Según Zeevi, el éxito del plan radica en implementar todas las medidas conjuntamente; de lo contrario, el capital negro simplemente cambiará de forma o lugar.

Entre las medidas adicionales que propone el documento están la ampliación de las obligaciones de reporte a las autoridades, el uso de inteligencia artificial para la detección de fraudes, y la prohibición del uso de sustitutos del efectivo, como los metales preciosos, a gran escala.

Aunque estas previsiones sean optimistas y el Estado reciba menos de los 21.900 millones de NIS proyectados, cualquier ingreso significativo sería útil para reducir el actual déficit fiscal de Israel. Eden Bar Tal, exdirector del Ministerio de Comunicaciones, sostiene que esta es una alternativa más viable que realizar recortes que frenarían el crecimiento.

La lucha contra el “capital negro” se ha convertido en una prioridad para evitar medidas impopulares como el aumento de impuestos o recortes presupuestarios. Smotrich ha resaltado que este plan cuenta con un enfoque profesional y tecnológico que permitirá reducir la evasión fiscal. Ahora, la responsabilidad recae sobre él.

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