Jonathan Glao Tah, nacido en Hamburgo hace 28 años, cumple ya 10 temporadas consolidado en el primer equipo del Bayer Leverkusen pero esta será la última. El propio central alemán, objetivo del Barça, lo confirmó ayer en una entrevista concedida al diario germano ‘Süddeutsche Zeitung’. A la pregunta de si había cambiado su decisión de no extender el contrato que vence en 2025, fue rotundo: “No, mi decisión es tan clara como antes. No renovaré mi contrato por razones profesionales. Todavía tengo contrato hasta 2025 y hasta entonces lo daré todo por el Leverkusen. La carrera futbolística es corta y por eso siempre he tenido la idea de sacarle el máximo partido. Simplemente quiero explotar el potencial que hay en mi carrera. Y en verano tuve la sensación de que ahora es el momento de mirar algo nuevo, justo ahora, después de esta temporada tan exitosa. Llevo nueve años en el Leverkusen, he vivido todos los altibajos aquí y lo más destacado fue la fantástica última temporada en la que ganamos casi todo. No podría haber sido mejor. Y por eso pensé: si renuevo mi contrato en el Leverkusen ahora, a los 28 años, eso significa que jugaré aquí hasta los 30 o 40 años…”.
Interrogado después por si el próximo curso defenderá a la selección teutona pero como miembro de la plantilla del Bayern Múnich, tiró balones fuera: “Buena pregunta. Ya veremos. No pienso en eso todavía. Tengo una temporada por delante con el Bayer Leverkusen”. Eso sí, Jonathan Tah confirmó el interés de otros clubs sin llegar a citar al Barça, que entró en liza a finales de agosto: “Hubo otras ofertas, no sólo del Bayern. Me gusta jugar en Leverkusen, pero me hubiera gustado que todo fuera lo más racional posible y que no hubiera tantas emociones involucradas”.
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Tah quiso reivindicar además que ha sido justo con el Bayer Leverkusen al expresar sus intenciones con un año de antelación: “Hice lo que un jugador puede hacer: comunicar mis deseos de forma clara y abierta. Pero en ese momento el jugador ya no puede más y los clubes tienen que llegar a un acuerdo. Y a veces las cosas se descontrolan un poco, surgen rumores, especulaciones y, al final, el jugador sufre. Los futbolistas lo estamos haciendo muy bien, no me malinterpreten, pero en una situación como esa, uno depende como jugador y ya no tiene ningún control”.
