Para Aryna Sabalenka muchas veces los mayores enemigos han estado en su propia cabeza. Ha habido ocasiones, como en la final del año pasado en el Abierto de Estados Unidos frente a Coco Gauff, en que la bielorrusa ha sucumbido no solo ante la presión del tenis de la rival, sino bajo la de un ambiente que se le volvía en contra. Esa ya no es la Sabalenka de hoy. Y no ha sido, desde luego, la que ha aparecido y triunfado en la pista Arthur Ashe este domingo.

Fuente