Carlo Ancelotti, técnico del Real Madrid, ha impartido una conferencia en México, dentro del evento ‘México Siglo XXI’ de la Fundación Telmex, en la que ha dejado varias frases sobre su trayectoria profesional y ha dado las claves de su éxito como entrenador.
Ancelotti ha tenido tiempo para hablar del encaje entre Mbappé, Vinicius y Rodrygo y como gestiona a tantas estrellas en su equipo. «El Real Madrid tiene una exigencia muy alta porque es el club más grande del mundo. Tiene a los jugadores más grandes. Hay que ser capaz de meter la calidad de ellos al servicio del club. Eso es lo que intentamos hacer cada año. Este año, los nuevos como Kylian y Endrick se están adaptando muy bien. Vamos a hacer una gran temporada compitiendo en todas las competiciones. Ganar es muy complicado, pero el deber que tenemos es competir todos los partidos como siempre en este club. Nunca rendirse y competir hasta el final. Eso es lo que debes hacer cuando te pones esa camiseta», ha explicado.
Además, el italiano ha dejado bien claro que todavía se ve unos cuantos años más en los banquillos. «Me veo mucho tiempo dirigiendo. Seguiré hasta que el fuego que tengo por el fútbol se acabe«, ha dicho un Ancelotti que se define como un entrenador tranquilo, aunque con algún punto de enfado. «Hay que ser positivo siempre en el banquillo porque tú debes de hablar con los jugadores. No es verdad que sea siempre tranquilo. Raramente, me enfado, pero cuando me enfado me vuelvo bastante loco».
Ancelotti también ha explicado que el cargo lleva tensión y que le gusta. «Debes tener la idea clara de lo que debes hacer. Es importante escuchar a tu asistente, al jugador… Una vida sin presión o un poco de estrés no existe. Demasiado estrés no, pero un poco es gasolina. El día que no tenga emoción antes de un partido, es el día en el que tengo que parar. Antes de un partido hay preocupación, hay sentimiento negativo pensando que no va a salir bien, que nos van a marcar un gol… Cuando empieza el partido, todo para. Entonces, hay que buscar la tranquilidad para manejar las situaciones del juego».
Siempre se ha elogiado la virtud de buen gestor que tiene el italiano. En México ha admitido que llevarse bien con los futbolistas es una de las claves de sus éxitos: «Yo intento tener relación a nivel personal además de profesional porque así puedes sacar mejor rendimiento del profesional. Lo intento hacer. No es sencillo porque el jugador siempre quiere jugar. Y 11 lo hacen, pero 15 van a mirar el partido. Eso es lo más complicado. Pero si tú logras tener una buena relación personal, esto te ayuda a trabajar mejor».