Pablo Castrillo coronó el Cuitu Negro entre la niebla, un mar de banderas de Palestina. Esa fue la estampa que dejó una de las etapas reina de La Vuelta. No era una anécdota. Durante estas tres semanas, activistas a favor de la causa del pueblo de Oriente Próximo han denunciado lo que consideran como «blanqueamiento del genocidio». Ponen el foco en la participación del equipo Israel-Premier Tech, que ha intentado pasar desapercibido rotulando de modo discreto sus vehículos, una estrategia similar a la utilizada en el diseño de los maillots. Vivirán otra protesta en contra durante la última etapa del domingo en Madrid.

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