Pablo Castrillo coronó el Cuitu Negro entre la niebla, un mar de banderas de Palestina. Esa fue la estampa que dejó una de las etapas reina de La Vuelta. No era una anécdota. Durante estas tres semanas, activistas a favor de la causa del pueblo de Oriente Próximo han denunciado lo que consideran como «blanqueamiento del genocidio». Ponen el foco en la participación del equipo Israel-Premier Tech, que ha intentado pasar desapercibido rotulando de modo discreto sus vehículos, una estrategia similar a la utilizada en el diseño de los maillots. Vivirán otra protesta en contra durante la última etapa del domingo en Madrid.
Protestas en Ronda, Baiona, Álava, El Bierzo…
La Vuelta se cierra con una contrarreloj que discurrirá, entre otros, por el distrito de Hortaleza, donde «un grupo de vecinas solidarias con Palestina» ha convocado un acto de protesta por la participación del Israel Premier Tech en la prueba ciclista. La convocatoria tiene el lema: ‘La Vuelta blanquea el genocidio’ y tendrá lugar a las 16.00 horas en la estación de Cercanías de Fuente de la Mora, por donde pasarán los participantes de modo individual. Esto hace que la acción sea más efectiva, porque aparecerá más veces en pantalla.
Prácticamente en todas las etapas se han visto banderas de Palestina, bien portadas por aficionados a título individual o desplegadas desde monumentos icónicos. Sucedió en la sexta etapa, que discurrió entre Jerez de la Frontera y Yunquera. A su paso por Ronda (Málaga), un grupo de personas de la Plataforma Andalucía por Palestina exhibió una enorme enseña desde el icónico Puente Nuevo. El pelotón no cruzó este enclave, pero la realización sí lo puso en plano. Además, se convocaron manifestaciones en Álava, Baiona (Vigo), El Bierzo o Córdoba, entre otros lugares.
La sexta etapa tuvo un inicio curioso, desde un Carrefour de Jerez, debido a que la cadena de hipermercados es el patrocinador oficial de La Vuelta. La compañía francesa es una de las que está en la lista que ha pedido boicotear el movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS), que tiene como objetivo hacer presión económica y política sobre Israel. Carrefour está en todas partes de La Vuelta, desde con publicidades estáticas al maillot rojo que lleva el líder de la carrera. El que no ha podido exhibir su denominación como hubiese querido es el citado Israel–Premier Tech, equipo fundado en 2014 por los empresarios Ron Baron y Ran Margaliot.
Victoria de etapa con el maillot de Canadá
Este equipo está en la categoría UCI ProSeries, la segunda división actual, después de dos años como UCI World Tour. A La Vuelta ha comparecido con una escuadra compuesta por hombres como el canadiense Michael Woods, que ganó la decimotercera etapa con final en Ancares (Lugo). Lo hizo luciendo el maillot de campeón de Canadá, con una inserción minúscula de un equipo cuyo gran fichaje fue Chris Froome. Ganador de cuatro Tours, dos Vueltas y un Giro, pero que ha estado alejado de esos hitos en los últimos años.
Israel-Premier Tech, como indican sus fundadores, respondió a la necesidad de crear un equipo para brindar oportunidades a los jóvenes ciclistas locales. Pero también para posicionar al país a través del ciclismo. El mayor hito llegó en 2018, cuando el Giro salió de Israel en la primera vez que la ronda italiana se corría fuera de Europa.
El conflicto entre Palestina e Israel ha hecho que el Israel-Premier Tech haya rotulado sus vehículos sin incluir el nombre del país. La flota de coches tiene un anagrama del equipo, donde figura una interpretación de la estrella de David, símbolo identitario del judaísmo y de Israel, junto al logotipo de Premier Tech, firma de productos químicos canadiense con raíces hebreas. Lo mismo sucede con los maillots del equipo, que se han disimulado. También se les liberó de la obligación de usar la ropa de calle del equipo fuera de la burbuja de competición.
«Respetamos el derecho a la libre expresión»
A pesar del boicot, en ningún momento se ha visto amenazada la integridad de los ciclistas del Israel-Premier Tech. Tampoco se han censurado las protestas o se han prohibido las banderas de Palestina, como sí ha sucedido en otros eventos deportivos. Por ejemplo, durante los encuentros que disputan los equipos de Israel de competiciones internacionales en el exterior se controla el acceso con determinados emblemas.
Aunque Amnistía Internacional recuerda: «Prohibir la exhibición de una bandera palestina no debe ser objeto de identificación y, ni mucho menos de expulsión del recinto deportivo y posteriores sanciones, puesto que no cumple con los requisitos que la normativa internacional exige para poder restringir el derecho a la libertad de expresión». Hace un año, durante el Eibar – Huesca, un aficionado del club local fue expulsado por mostrar una bandera de Palestina, a iniciativa de la Ertzaintza y la seguridad privada del equipo armero. Un incidente aislado.
La Vuelta no es el único ni el último escenario conflictivo que enfrentará el Israel-Premier Tech. Estos mismos días se celebra el Tour de Gran Bretaña, donde han sido convocadas manifestaciones al paso de la prueba para protestar por la inclusión en la misma del conjunto judío.
En un comunicado, el equipo defendió que «respeta el derecho de todos a la libertad de expresión, por lo que las protestas no suponen un problema. Estamos entusiasmados por competir y continuar con nuestra buena temporada». En la pasada Volta a Catalunya se tomaron medidas similares a las adoptadas en la prueba que terminará en Madrid como ha transcurrido estas semanas, con protestas a favor de Palestina y en contra de lo que se considera como «un blanqueamiento del genocidio».