Esther Guerrero es una atleta ambiciosa que responde con carácter y rebeldía cuando un resultado no le satisface como sucedió en los pasados Juegos Olímpicos de París, donde compitió a las mil maravillas y se quedó a un puesto de la final de 1.500 tras ser superada en la parrilla de llegada por la segoviana Águeda Marqués.

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