Fue una de las imágenes más icónicas de los Juegos Olímpicos de Paríseste pasado mes de agosto. El beso y la celebración de Tara Davis Woodhall, campeona en salto de longitud, con su marido, Hunter Woodhall maravilló al mundo.
Su historia bien podría enmarcarse entre todos los valores que representan los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Más allá de un apellido en común y de su vínculo matrimonial, ambos llevan cuatro años con el mismo objetivo; París.
Tras la prueba de Tara Davis, era el momento de Hunter, atleta paralímpico que compite en varias pruebas de velocidad. «Hacemos todo juntos: entrenamos, nos recuperamos, comemos juntos. Estamos ahí el uno para el otro», explicó Hunter, doblemente amputado y sexto en los 100 m T64 masculinos el lunes por la tarde en la pista del Stade de France.
Triple medallista Paralímpico, plata en 200 m y bronce en 400 m en Río 2016, y bronce en 400 m en Tokio 2020, Hunter Woodhall todavía llegaba con las aspiraciones puestas en la prueba de los 400 metros, donde repitió la gesta de su mujer y se colgó el oro.
UN EJEMPLO DE SUPERACIÓN
Su historia comenzó en 2017 tras conocerse en la Universidad y en 2022 decidieron casarse y mudarse a Fayetteville, Arkansas. «Estos dos son los mayores fans y partidarios del otro. Me siento muy afortunado de ser parte del viaje y de ver a dos personas amarse», dijo recientemente su entrenador mutuo, Travis Geopfert.
Su complicidad y la manera en la que muestran al mundo su amor en redes sociales se ha hecho viral inundadas de comentarios positivos, calificándolos repetidamente de “la pareja perfecta”.
Hunter nació con defecto congénito llamado hemimelia peroné, caracterizado por la ausencia del peroné en las piernas. Sus padres tomaron la decisión de amputarle ambas piernas por debajo de las rodillas cuando solo tenía 11 meses.
Esa condición le hizo sufrir acoso escolar, pero nunca renunció a practicar deporte. «La razón por la que me acosaban se convirtió en una de mis mayores fortalezas. También dependí mucho de mis amigos y familiares durante estas terribles experiencias».
Enamorado del atletismo durante su etapa en la escuela secundaria, llegó a Río 2016, donde ganó la plata en los 200 metros y el bronce en los 400 metros en la categoría T62. En 2017, Hunter se convirtió en el primer atleta paralímpico en recibir la beca deportiva de la División I de la NCAA.
En Tokio volvió a repetir podio en los 400 metros, la misma prueba que lo elevó al cielo de París. Creador de contenido de redes sociales y emprendedor que dirige su propia empresa de ropa, Hunter es el gran ejemplo que las limitaciones son únicamente las que uno se quiere poner. «Los demás siempre te dirán de lo que eres capaz de hacer. No les hagas caso si no céntrate en lo que quieres hacer y toma cada día decisiones que te acerquen a ese objetivo».