Un joven argelino aceptó ayer una condena de dos años y tres meses de prisión por un robo cometido en un piso en Palma. El procesado reconoció que el pasado 8 de mayo por la noche se coló en el primer piso de un edificio situado en la calle Martínez de Eslava.
Trepó más de dos metros por unos cables hasta acceder al balcón del domicilio. Aprovechó que la puerta de la terraza estaba abierta y se coló en un dormitorio, donde se apoderó de tres teléfonos móviles y 600 euros en efectivo que había en un cajón. Huyó por la puerta principal de la vivienda.
La jueza dictó sentencia en el acto y acordó que el delincuente siga en prisión hasta que sea posible su expulsión de España por un plazo de siete años. n