Todos los países luchan por erradicar la violencia en el mundo del fútbol. En España, por ejemplo, las sanciones son cada vez más duras en el fútbol profesional para aquellos que dejan de lado el espectáculo y ensucian la imagen del deporte en general con acciones que no se deben permitir en un estadio.
Otros países optan por empezar desde abajo, desde el fútbol amateur. Ese es el caso de Países Bajos, que ha puesto sobre la mesa una medida muy drástica para acabar con la violencia, principalmente hacia los árbitros, que supone la suspensión de muchos partidos a lo largo del año.
La idea de Países Bajos es eliminar el fuera de juego, una de las normas clásicas del fútbol que genera más conflicto y violencia tanto dentro como fuera del campo. Una solución a un problema que cada vez va a más, como son los episodios de agresiones cada fin de semana.
Y es que prácticamente 2000 partidos fueron suspendidos el año pasado, concretamente 1864, una subida del 11% respecto al año anterior y un 58% más que hace cinco años. Unos datos que activan las alarmas en las federaciones de toda Europa, aunque Países Bajos ha sido la primera en dar el paso radicalmente.
«No lo vamos a banalizar»
El director de la Federación Neerlandesa de Fútbol, Van Der Zee, ha valorado estas cifras, dando a conocer su punto de vista: «Es cierto que es una cifra relativamente pequeña en comparación con los casi 780.000 partidos que se disputan anualmente, pero no lo vamos a banalizar«.
Van Der Zee ha introducido la posible desaparición de los linieres. «No descarto que algún día dejemos de utilizar árbitros asistentes. Tenemos un problema y queremos erradicarlo«. La medida podría hacerse realidad muy pronto y quién sabe si otros países seguirán el ejemplo.