Los científicos volvieron transparente la piel de ratones vivos aplicando una mezcla de agua y un colorante alimentario amarillo común, llamado tartrazina. El proceso permitió la observación directa de vasos sanguíneos y órganos internos, abriendo interesantes y nuevos caminos de investigación. Los investigadores remarcaron que la solución es biocompatible y que el proceso puede revertirse.

Fuente