La nueva presidenta del Poder Judicial ha expresado este jueves su «compromiso» con la defensa de la independencia judicial, una independencia que calificó de «blindada» y sin que «ningún poder del Estado pueda darnos indicaciones».
Así lo ha subrayado en su primer discurso de apertura del año judicial, en el que ha remarcado que los jueces deben «aplicar la ley frente a cualquiera y en cualquier circunstancia«, en una velada referencia a las recientes críticas políticas de ‘lawfare’.
Por primera vez en la historia una mujer, la magistrada Isabel Perelló, ha ocupado el centro del estrado del imponente salón de plenos del Tribunal Supremo en la apertura del año judicial, el acto más solemne del mundo judicial, presidido por el Rey.
Perelló, elegida presidenta del Supremo y del Consejo General del Poder Judicial el pasado jueves, ha roto el más alto ‘techo de cristal’ que ha permanecido en la carrera judicial 47 años después de que la primera mujer ingresara en ella, en 1977, un año antes de la aprobación de la Constitución que consagra la igualdad.
A la derecha de Felipe VI, Perelló ha pronunciado su primer discurso de inicio del curso judicial, para cuya preparación apenas si ha tenido tiempo dado su nombramiento ‘in extremis’ por los vocales del CGPJ hace solo 48 horas.
En su discurso, Perelló ha calificado su elección «como un reconocimiento a todas las mujeres que trabajan en la Administración de Justicia cualesquiera que sean las funciones que desarrollen».
«Hoy tiene que ser un día de reconocimiento y agradecimiento a todas las mujeres de nuestro país que a lo largo de la historia han luchado por la defensa del derecho a la igualdad y por acabar con de la inmerecida invisibilidad a la que se han visto sometidas las mujeres en los distintos ámbitos de la vida profesional y social», ha dicho.